Fernando Torres, delantero de Liverpool y de la selección española, fue operado de menisco el pasado domingo y ahora sólo piensa "en el premio de estar en el Mundial de Sudáfrica", por lo que ya se puso "a trabajar".

"Hay que ser positivos y pensar en que nos queda un Mundial. El año fue complicado de lesiones, difícil y la pena es no poder haber jugado más partidos y marcado más goles. Ahora sólo queda pensar en el premio de poder estar en Sudáfrica", dijo Torres en su sitio web.

El delantero trató de evitar el quirófano, pero cuando los médicos tuvieron claros los pasos a seguir, Torres no dudó en hacer un viaje hasta Barcelona para ser intervenido.

"El viernes por la noche teníamos claro que al estar el menisco tocado íbamos a contrarreloj. El sábado nos cancelaron el vuelo y en media hora tuvimos que organizar el viaje. Fue pesadísimo, pero era la única solución para poder llegar a Barcelona. Incluso tuvimos suerte de conseguir un pasaje para cruzar el Eurotunel, porque no era nada sencillo lograrlo", explicó.

El jugador indicó que cometió un error al pensar en su equipo y confesó que jugó lesionado casi los 90 minutos del duelo ante Benfica, partido válido por la Europa League.

"El menisco estaba afectado y los doctores decidieron que había que operar. Es más, la lesión se produce en el minuto dos del partido contra Benfica en Anfield. Jugué lesionado 85 minutos. Si hubiera pensado en el Mundial y en España hubiera pedido el cambio. No fue así, quería llegar con mi equipo a la final de la Europa League", aclaró.

Torres, que estará fuer alas canchas por seis semanas, tiene claro ahora su objetivo: "El Mundial ahora es lo más importante. Son cuatro años esperando y si los plazos van bien no me planteo perdérmelo. Hoy ya empiezo a trabajar".