La serie de Copa Davis que Chile debe disputar ante Israel este fin de semana en Coquimbo está en riesgo de aplazarse en al menos un día tras las graves consecuencias que dejó el terremoto que azotó al país en la madrugada del sábado 27 de febrero.

Pese a que en la Región de Coquimbo no hay mayores daños estructurales, Israel pedirá a la ITF modificar la programación de la serie ante la duda si los jugadores de ambos países podrán llegar a la zona en los próximos días ante el mal estado del aeropuerto Arturo Merino Benítez.

Los jugadores hacen todo lo posible por llegar a Coquimbo. Los chilenos Fernando González, Paul Capdeville y Nicolás Massú, más el uno visitante Dudi Sela están en Miami a la espera de poder tomar un vuelo para llegar a la ciudad sede del partido.

El problema pasa por que los tenistas deben tener cuatro días como mínimo de preparación en cancha antes del inicio de la serie. Ante este escenario, el presidente del tenis chileno, José Hinzpeter, se refirió a la posible modificación de los compromisos.

"Todo depende de la llegada de los aviones. Si los jugadores llegan entre miércoles y jueves lo más probable es que posterga, ya que no tendrán mucho tiempo para practicar", indicó.

La Federación de Tenis, a través de un comunicado, aseguró que "lamentamos la situación que ha afectado a Chile y si fuera por voluntad exclusiva de nuestra Federación, habríamos suspendido el encuentro; sin embargo, este es un evento internacional calendarizado anualmente por la Federación Internacional de Tenis en acuerdo con el resto de las instancias más importante del deporte".

La entidad agrega que "este no es un encuentro amistoso, sino un evento deportivo oficial. Suspenderlo no depende en exclusividad de la Federación de Tenis de Chile; frente a las consultas de nuestra federación, la Federación Internacional de Tenis ha confirmado que el evento sigue programado para los días viernes, sábado y domingo, y que estarán atentos a la situación".

Si se confirma la realización del evento, los partidos comenzarían a disputarse recién el sábado, ya que la reglamentación de ITF exige, por lo menos, cuatro días de entrenamientos. El timonel, incluso, abrió la puerta para que la serie se pueda jugar en día de semana.

"Si se aplaza podríamos jugar el lunes o martes, con el perjuicio económico que eso produciría. Estos son imponderables que no estaban contemplados en los contratos de la federación y que hacen modificar la situación del resultado final de Copa Davis", indicó.