La respuesta de Real Madrid debía llegar. Al menos todos esperaban eso, pero la zaga del cuadro merengue es feble en las pelotas aéreas, torpe en la marca y ello quedó demostrado a los 22 minutos cuando un centro de Ernesto fue conectado por Raúl Albiol y el zaguero la metió en su propio arco.

Ahora sí que la reacción de los merengues vino, pero Raúl se lo perdió de manera increíble y el portero Juanma se lució ante remates de Esteban Graneros y Karin Benzema.

No obstante la presión, el equipo amarillo, fundado en 1971 y con escasa historia en el profesionalismo, aguantó el chaparrón y a los 40 minutos un letal contragolpe terminó con Ernesto marcando el 3-0 con el arco a disposición y ante la mirada impotente de Pellegrini.

El chileno apostó por la entrada de Fernando Gago y la salida de un deslucido e inoperante Guti, quien de acuerdo de versiones de la prensa española, salió del camarín enojado por el cambio.

La modificación resultó inoperante. A los 52 minutos, cuando Real Madrid intentaba una reacción, una pelota detenida que nunca fue despejada por los zagueros merengues terminó en los pies de Borja, quien acarició la esférica ante la salida de Jerzy Dudek para marcar el 4-0.

Ahí se frenó Alcorcón. El pequeño cuadro de la ciudad homónima optó por esperar y aguantar los desesperados ataques blancos y salió incólume, sobre todo, por el escaso virtuosismo mostrado por sus rivales, y por la notable actuación del arquero amarillo.

El resultado se mantuvo y más allá de que aún el equipo de Pellegrini tiene su oportunidad de revancha el próximo 10 de noviembre, este marcador puede ser letal para el técnico chileno.