Real Sociedad presentó este domingo a su primer y único refuerzo en el mercado invernal europeo, el uruguayo Sebastián Abreu, quien dijo en su primera comparecencia pública que su llegada al conjunto donostiarra es "un desafío" que espera superar con nota alta, ayudando al ascenso del equipo.

Una vez rubricado su contrato, el nuevo compañero del portero chileno Claudio Bravo, reconoció tener una espina clavada por no haber conseguido triunfar en su etapa como futbolista de Deportivo de La Coruña y confía en que el técnico vasco Juan Manuel Lillo sepa extraer de él todo su potencial, algo que ya logró cuando coincidieron en el conjunto mexicano Dorados de Sinaloa.

El mediático atacante comparó su situación personal actual con la de hace 11 años, cuando llegó por primera vez a España, y admitió que en aquella ocasión pensaba en sí mismo, pero que ahora, con mujer y cuatro hijos, "lo importante es el grupo siempre, por encima de lo individual".

"Lillo explota al máximo tus virtudes. Yo ahora tengo expectativas para el Mundial y aunque pueda haber perdido alguna cosa tras dejar River Plate, hay que colocar todo en una balanza porque perdiendo algo también puedes ganar otras cosas", declaró.

Abreu, que tuvo un recibimiento en la capital guipuzcoana impresionante por parte de la afición blanquiazul, negó que el rol que va a desempeñar en Real Sociedad sea el de un héroe, porque esos "están en la televisión" y se definió como "un obrero del fútbol que viene a ayudar a ascender al equipo a Primera División".