Pese al favoritismo que cargaba la selección de China, Argentina supo aguantar el ímpetu ofensivo asiático y obtuvo un merecido empate sin goles en lo que fue el partido inaugural del Mundial Femenino sub 20.

El duelo se jugó en el remozado Estadio "Nelson Oyarzún" de Chillán y contó con el entusiasmo de los espectadores que, aunque escasos, pudieron disfrutar de un pleito de ida y vuelta jugado a un gran nivel.

Las actuales subcampeonas mundiales de la categoría dominaron sin contrapeso los primeros minutos y daba la impresión que el gol caería prontamente. Sin embargo, con fuerza y pundonor, las defensoras trasandinas supieron resistir, aunque no tenían el balón.

Incluso, una notoria mano dentro del área de Gabriela Chávez no fue avistada por la jueza húngara Gyongyi Gaal, lo que pudo significar la apertura de la cuenta.

Pero con el correr del tiempo, Argentina le fue perdiendo el respeto a las chinas y se arrimó muy incipientemente al pórtico chino, a tal punto que terminó mucho mejor parada que su rival al término de la primera etapa.

Al regreso del descanso, el equipo sudamericano continuó su presión a través de la sociedad entre María Belén Potassa y Florencia Jaimes. Pero  a eso de la media hora del segundo lapso, de nuevo las chinas se hicieron dueñas del balón y a nadie le hubiese extrañado la apertura de la cuenta, pero la fortuna estuvo del lado de las albicelestes.

Dos remates en los postes al filo de la hora salvaron providencialmente a Argentina, que también contó con la fiereza en la zona posterior de la zaguera Gabriela Chávez, erigida como una de las figuras del cotejo en Chillán.

Las argentinas, por cierto, celebraron como un triunfo el resultado, pues se sabe que las asiáticas son una de las selecciones más fuertes del mundo en el fútbol femenino y, por ende, serias candidatas a adjudicarse el certamen planetario.