El ciclista español Manuel Beltrán, primer participante del presente Tour de Francia acusado de dopaje, pidió este sábado respeto a su presunción de inocencia a la espera de que se conozca el resultado de la contramuestra de su orina recogida tras la primera etapa de la carrera.
 
En un comunicado enviado a los medios de comunicación, el ibérico confirmó que la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD) le informó del uso de la sustancia prohibida EPO, pero solicitó el análisis de la muestra B y hasta que se conozca su resultado, insistió en que no se le juzgue prematuramente.
 
"Debo manifestar mi deseo de que ni los patrocinadores del equipo, ni mis compañeros se vean perjudicados por estos hechos, por lo que espero que nadie tome acciones en su contra perjudicándoles de manera indiscriminada", señaló el pedalero.
 
Beltrán, de 37 años, arrojó doping en la primera etapa del Tour de Francia y fue expulsado de la carrera por el equipo Liquigas, además de permanecer en dependencias policiales hasta horas de la madrugada.
 
El deportista exculpó a sus compañeros y a su equipo y se mostró preocupado porque su caso puede afectar a la organización y a los patrocinadores de la prueba.    
 
Según medios franceses, los policías que registraron su habitación de hotel encontraron recetas médicas que están siendo analizadas.
 
La nueva ley gala antidopaje, adoptada el pasado sábado, establece que en caso de encontrar sustancias dopantes, el ciclista puede ser condenado hasta cinco años de cárcel y a una multa de 75.000 euros (casi 120.000 dólares, cerca de 60 millones de pesos).