La selección de Grecia, que este miércoles se despedirá de la Eurocopa cuando se mida contra España en el tercer partido del Grupo D, que se disputará en la localidad austríaca de Salzburgo, volvió a entrenar a puerta cerrada, a pesar de que el encuentro es intrascendente para ambos conjuntos.

Después de protagonizar hace cuatro años una de las mayores sorpresas en un gran torneo de fútbol, al ganar el título de Portugal, la escuadra helénica quedó matemáticamente fuera del torneo continental de Austria y Suiza tras perder sus dos primeros partidos.

El equipo que dirige el alemán Otto Rehhagel cayó ante Suecia (0-2), el martes 10 de junio; y fue derrotada por Rusia el sábado 14 (0-1), de nuevo en Salzburgo, perdiendo de esta forma la posibilidad de acceder a cuartos de final.

El partido de este miércoles, es, por tanto, intrascendente -al tener España asegurada la primera plaza de la serie y al estar Grecia eliminada- y, si es más que probable que Luis Aragonés saque a los no habituales, el siempre imprevisible Rehhagel, fustigado por las críticas de la prensa helena, aspira a una salida lo más digna posible del torneo.

La vigente campeona no quiere abandonar Austria con el casillero en blanco y esa puede ser la explicación para que el DT germano optara otra vez por un entrenamiento al que no se permitió el acceso a la prensa. Al contrario de lo sucedido en Portugal, donde los ensayos eran abiertos, ahora tan sólo se permitió el acceso a la prensa en tres entrenamientos.

Y como trabajaron de forma hermética, pocas conclusiones se pudieron sacar. Lo único seguro es que en el enfrentamiento no estará Giourkas Seitaridis, de Atlético de Madrid, aún con molestias tras el partido ante Rusia.

Tampoco lo hará Fanis Gekas, máximo goleador del equipo en la fase previa, que el domingo abandonó la clínica de Salzburgo en la que pernoctó, en observación, tras el partido contra los rusos del holandés Guus Hiddink, que se jugarán el pase a cuartos, en Innsbruck, ante Suecia.

Es posible que el lateral sea sustituido por Loukas Vintra, de Panathinaikos; y que la punta del ataque griego sea para su compañero de equipo Dimitris Salpingidis.

Junto a ellos, se pueden considerar fijos a Angelos Basinas, por delante de una línea de cuatro en defensa; y al portero, Antonis Nikopolidis -uno de los héroes de Portugal 2004-, que jugará de esta forma el partido 90 con su selección.

Es posible que Rehhagel saque, junto a los citados, una zaga en la que también entrarían Sotiris Kyrgiakos -de Eintracht-, Traianos Dellas (AEK), en el centro de la retaguardia; y Nikos Spiropoulos (Panathinaikos), por la izquierda.

Con Christos Patsatzoglou (Olympiakos) y Kostas Katsouranis (Benfica) como pivotes; Angelos Charisteas -el héroe de Lisboa,

que golea en Nuerenberg- por la derecha, y Giannis Amanatidis (Eintracht), atacando por el otro sector. (EFE)