El técnico de la selección de Polonia, el holandés Leo Beenhakker, arremetió contra el árbitro ingles Howard Webb tras el empate 1-1 ante Austria, luego del penal sancionado a los 92 minutos y que significó la paridad.

"Yo no vi nada en el área en el último minuto. No creo que fue mala suerte. El árbitro quiso demostrar que es un chico importante", dijo enfurecido el entrenador del combinado báltico.

Beenhakker agregó que con este empate su equipo está con seguridad fuera del torneo.

"Hay que aceptar los resultados. A veces no obtienes lo que mereces. Me siento mal, pero ganar era la única opción de permanecer en el torneo", agregó resignado.

"Ya no está en nuestras manos, estamos condenados", aseveró.

En tanto, Ivica Vastic, el héroe de la jornada para los austriacos aseguró que debió armarse de valor para patear el penal sancionado en el último minuto.

"Había que tener valor para lograr el gol", dijo.

Vastic, verdugo de Chile en el Mundial de Francia '98, indicó que se "concentró" y pensó que el portero polaco "se iba a mantener en la línea hasta el último momento" y por eso decidió tirar duro contra la esquina de la portería. (EFE)