El ex nadador australiano Ian Thorpe, ganador de cinco oros olímpicos y 11 títulos mundiales durante su carrera, aseguró este lunes que no cree que el estadounidense Michael Phelps consiga ocho medallas doradas en los Juegos de Pekín 2008.

"Le deseo todo lo mejor, pero no creo que gane ocho medallas de oro. Si lo hace, sería el resultado más extraordinario jamás visto", dijo Thorpe sobre Phelps, aspirante a ocho triunfos en otras tantas pruebas, durante la presentación de la serie televisiva "One World, One Dream" ("Un Mundo, Un Sueño") en Pekín.

"No tengo ninguna duda sobre su calidad, pero son muchas competiciones y eso supone mucha presión. En muchas de las pruebas tiene competidores muy duros y él lo sabe. No es cuestión de ocho -los finalistas-, es cuestión de todos y cada uno de ellos", añadió.

Thorpe, que además de las cinco medallas de oro olímpicas y los 11 títulos mundiales logró batir hasta 13 récords del mundo individuales -más otros cinco en relevos-, destacó que Phelps "entrena extremadamente duro" y que es "muy flexible", aunque "no tiene nada realmente especial".

También aseguró que él y el estadounidense, llamado a ser uno de

los grandes triunfadores de los próximos Juegos Olímpicos, conciben la natación de "manera diferente". "No me reflejo en él. Nos parecemos más fuera de la piscina que dentro", agregó.

"Nos diferenciamos mentalmente. El siempre dice los objetivos que tiene antes de conseguirlos, y los consigue. Yo me quedaba los

objetivos para mí. Pensaba que no era asunto de nadie lo que yo quería conseguir. Y luego hay una suma de muchas cosas pequeñas que nos diferencian", señaló Thorpe.

El nadador australiano, que puso fin a su carrera deportiva en

noviembre de 2006, con tan sólo 24 años de edad, para "probar otras cosas" y no dedicarse exclusivamente a la natación, confesó que echa de menos "dos cosas de la competición".

"Una es el momento del trayecto hasta la calle desde la que voy a salir, justo antes de empezar la carrera. Y también echo de menos la sensación que me produce el hecho de dar el máximo hasta que todo se acaba y relajas el cuerpo. Esas serían las únicas razones por las que volvería a nadar", sentenció. (EFE)