La selección española respira de nuevo y atisba un futuro esperanzador tras superar con un claro triunfo por 3-1 el difícil examen que tenía en el encuentro ante Dinamarca en Aarhus, una prueba complicada, más que por la dificultad que daba el rival, por el desagradable ambiente con el que los de Luis Aragonés encararon la cita.

Quizá por el peso que la historia ejerce sobre el combinado nórdico (España le ha ganado 14 de 16 enfrentamientos), la escuadra local cedió el balón a España. Sorprendieron los escandinavos en su forma de encarar el encuentro, pues necesitaban imperiosamente los tres puntos para seguir divisando en el horizonte la Eurocopa 2008 que se disputará en Austria y Suiza.

España, que seguramente hubiese firmado un empate también válido para sus aspiraciones de clasificación, se topó con un rival endeble, sumamente débil, y se hizo rápidamente con la posesión del esférico.

Raúl Tamudo fue el encargado de traducir la superioridad hispana en goles al anotar el primero. Lo hizo de cabeza tras recibir un pase de Andrés Iniesta desde la banda izquierda, a los 10 minutos.

Tamudo, que llegó a la selección roja como solución de urgencia tras la lesión de David Villa y que disfrutó de la titularidad por la baja a última hora de Fernando Torres, anotó su quinta diana en 10 partidos disputados con su combinado.

El segundo tanto llegó en la mejor jugada del encuentro, con una secuencia de pases que concluyó con una bonita pared entre Tamudo y Sergio Ramos que el madridista convirtió en tanto ante la salida de Thomas Sorensen.

El jugador de Villarreal Jon Dahl Tomasson anotó el 1-2 en el minuto 87, pero no le tembló el pulso a España que sólo un minuto después sentenció con un golazo de Albert Riera.

El equipo de Aragonés quedó en primer lugar del Grupo F junto a Suecia, que derrotó a domicilio y por 3-0 a Liechtenstein. En tanto, Letonia superó como visita a Islandia, por 4-2. (EFE)