El incidente entre el seleccionador de Portugal, Luiz Felipe Scolari, y el defensa serbio Ivica Dragutinovic desató las pasiones en el fútbol luso, algunos quieren la salida del técnico brasileño y otros manifiestan su respaldo incondicional.

Portugal complicó su acceso a la Eurocopa 2008 tras empatar el miércoles 1-1 en partido que terminó en una trifulca en la que el técnico le lanzó un puñetazo al zaguero balcánico.

Los seleccionados lusos distribuyeron un comunicado para expresar "apoyo incondicional" a Scolari, pero medios deportivos de este país aseguran que el presidente del campeón FC Porto, Nuno Pinto da Costa, llamó tres veces por teléfono para presionar al presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) para que despida al entrenador.

El DT brasileño insistió en pedir disculpas "al pueblo portugués", a la UEFA y a la FPF, pero admitió que "nada justifica" lo que hizo.

Scolari consideró que está "en deuda con la UEFA", pero dijo ante las cámaras lusas de televisión que espera "una advertencia" de la entidad que rige el fútbol europeo.

Comentaristas deportivos lusos afirmaron que el castigo del organismo puede ir más allá, desde una multa hasta la prohibición de que el estratega siga en el fútbol.

La sentencia de la UEFA podría ser conocida el martes 18 de septiembre, cuando se reúne el comité de disciplina de esa entidad.

Por parte del Gobierno portugués, el ministro de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, dijo que la agresión de Scolari contra el serbio "no debía haber sucedido nunca" y que los involucrados "se extralimitaron".

Sin embargo, Pereira matizó que no puede ser olvidado todo lo que Scolari ha contribuido para el fútbol y el deporte lusos.

En una entrevista que publicó el diario deportivo A Bola, el técnico español del equipo serbio, Javier Clemente, opinó que "un entrenador debe mantenerse frío y tranquilo, porque ese es el ejemplo que está obligado a ofrecer a sus jugadores".

Scolari, en tanto, aseguró que el presidente de la FPF, Gilberto Madaíl, le ratificó la confianza.

Lo cierto es que la FPF abrió un proceso de investigación interno para determinar lo que sucedió la noche del miércoles, que el brasileño ya calificó como "el día más triste" de toda su vida. (EFE)