Por Héctor Uribe Delgado.

La Copa América ha representado a lo largo de la historia del fútbol chileno un anhelo y ahora más aún luego de las dos últimas presentaciones del combinado nacional, donde el seleccionado quedó eliminado en primera ronda en los certámenes disputados en Colombia 2001 y Perú 2004.

Y es que pese a que Chile fue uno de los fundadores de los Sudamericanos de fútbol, en 1916, nunca el combinado nacional ha logrado alzarse con el trofeo más antiguo a nivel de selecciones. De hecho, en los primeros años del torneo el dominio uruguayo era evidente y Chile apenas podía con la fuerza de los países del Atlántico.

Y aunque Santiago fue sede del torneo en 1920, 1926, 1941 y 1945, recién en 1955 obtuvo su primer subcampeonato justamente en territorio nacional.

En el equipo dirigido por Luis Tirado figuraban Misael Escuti y Jaime Ramírez, quienes posteriormente llegarían al Mundial de 1962. A ellos se sumaban los hermanos Eduardo y Jorge Robledo.

En esa edición, Chile inició su camino con una contundente victoria por 7-1 ante el, por ese entonces, débil combinado de Ecuador. Luego cayó con Perú por 5-4 y después vino un empate 2-2 ante Uruguay.

La selección derrotó a Paraguay por 5-0 y llegó al duelo final en igualdad de puntos con Argentina, pero el cuadro trasandino se impuso por 1-0 con gol de Rodolfo Micheli y aguó la fiesta en el Estadio Nacional cuando todo apuntaba al primer título sudamericano para Chile.

Un año después, una nueva decepción

Un año después, Chile tuvo una nueva oportunidad en el torneo realizado en Uruguay. El equipo integrado por un joven Leonel Sánchez, Enrique Hormazábal y René Meléndez comenzó a tambor batiente y derrotó por 4-1 a Brasil. No obstante, una derrota ante Argentina (0-2) puso en jaque las intenciones nacionales.

El equipo nacional luego venció a Perú, pero la derrota ante Uruguay sepultó las aspiraciones del conjunto dirigido nuevamente por Tirado. El triunfo sobre Paraguay en la última fecha le permitió a Chile quedarse con el subtítulo en desmedro de Argentina, gracias a la eficacia ofensiva del equipo.

Para consuelo, el goleador del certamen fue Enrique Hormázabal, con cuatro dianas, las que le sirvieron al ex delantero de Colo Colo para transformarse en el chileno con más goles en Copa América, con 10 tantos.

La gran campaña de 1979 terminó sin corona

Debieron pasar 23 años para que Chile volviera a la elite del fútbol sudamericano. Pese a los años dorados que vivió el país con el tercer lugar en el Mundial del '62, con la clasificación a Inglaterra 1966 y con las finales de Copa Libertadores a comienzos de los '70, recién en 1979 Chile pelearía nuevamente por el título.

Ya instaurada como Copa América, el torneo se disputó por toda la región con grupos y partidos de ida y vuelta. Ese año, la selección fue ubicada en el Grupo A junto a Colombia y Venezuela, donde sólo la diferencia de gol instaló al combinado nacional en semifinales.

Chile llegó al partido decisivo ante los "cafeteros" con dos puntos menos y con la obligación de ganar. Ante un Estadio Nacional colmado, el equipo salió airoso y con goles de Carlos Caszely y Jorge Peredo aseguró su paso a la siguiente ronda.

Vinieron las semifinales y Chile enfrentó a Perú, vigente monarca. El equipo rojo se desplazó a Lima y batió a domicilio al cuadro de la banda sangre por 2-1, con dos goles de Caszely. En la vuelta bastó un empate en blanco para asegurar la presencia en la final.

Al frente estaba Paraguay y en Asunción los guaraníes se impusieron por 3-0. El Estadio Nacional fue testigo de un trabajado triunfo por 1-0 con anotación de Carlos Rivas y hubo desempate (no se aplicaba para esa instancia la diferencia de goles) en Buenos Aires. Un empate 0-0 le dio al título a los guaraníes, puesto que ahora sí se aplicó el criterio de los tantos.

Chile se quedó sin corona, pero el desquite con los albirrojos llegó dos años después en las clasificatorias rumbo al Mundial de España 1982.

La generación dorada del '87 también quedó a las puertas

Roberto Rojas, Fernando Astengo, Ivo Basay, Eduardo Gómez, Juan Carlos Letelier, Jorge Contreras, Jaime Vera, Alejandro Hisis y Héctor Puebla eran algunos de los nombres que en 1987 llegaron a Argentina para hacer historia. A un paso quedaron.

Al mando de Orlando Aravena el conjunto nacional prácticamente fue local en Córdoba y comenzó derrotando a Venezuela por 3-1 con goles de Letelier, Contreras y Sergio Salgado.

Después vendría uno de los partidos más recordados por los aficionados chilenos. Con la obligación de vencer a Brasil, el cuadro nacional entró con lo mejor de su artillería. Al frente, Careca, Müller, Romario y Raí fueron frenados por la eficaz zaga chilena, comandada desde el arco por Rojas.

Chile no le dio opciones y cuando el primer tiempo expiraba Basay abrió la cuenta. En el complemento la celebración nacional fue exultante y con un nuevo tanto del ex delantero de Necaxa y dos de Letelier, la selección cuajó un 4-0 que quedó en la memoria colectiva.

El equipo se instaló en semifinales y al frente estaba la emergente Colombia con Carlos Valderrama, René Higuita, Leonel Alvarez, Bernardo Redín y Arnoldo Iguarán.

En los 90 minutos, chilenos y colombianos saldaron con un empate sin goles y todo se definió en el alargue. A los 103 minutos, Redín transformó en gol un polémico penal sancionado por el árbitro brasileño Romualdo Arppi Filho.

Tres minutos después un tiro de esquina fue capturado por Astengo, quien cabeceó en solitario para anotar el empate. Chile se inspiró y sólo 120 segundos después Jaime Vera instaló a la selección en la final.

Uruguay se puso entre la Copa y nuestro país. El cuadro "charrúa" venía de dejar a Argentina en el camino y llegó al Estadio Monumental de Núñez como favorito. Bastó un gol de Pablo Bengoechea para acabar con el último sueño chileno.

Después sólo vinieron decepciones y ni siquiera la localía en 1991 sirvió para luchar por el título, puesto que el equipo liderado por Iván Zamorano debió conformarse con el tercer lugar.

La última vez que Chile accedió a semifinales fue en 1999. Al mando de Nelson Acosta, la escuadra que disputó el Mundial de Francia '98 con algunas incrustaciones terminó cuarta después de caer en semifinales ante Uruguay y ante México en el partido por el tercer lugar. (Cooperativa.cl)