La madre de Romario le pidió al delantero, que el domingo 20 de mayo llegó al milésimo gol de su ya dilatada carrera, que marque "cuatro o cinco veces más" y cuelgue los botines, pues ya es hora de "darle espacio a otros".

"Creo que ya está. Le tiene que dar lugar a otros jugadores", declaró Manoela Ladislau Faría en una entrevista que publicó este martes el diario carioca O Globo.

Doña Lita, como se le conoce cariñosamente en Brasil, admitió que fue "un alivio" ver a su hijo anotar el tanto número 1.000, el domingo, en el minuto 48 de un partido entre Vasco da Gama y Sport, correspondiente a la segunda jornada del Campeonato Brasileño.

"Ya estaba cansada de eso", declaró la madre de Romario, quien reconoció que ir al estadio en cada partido que podía suponer el milésimo gol era una obligación incómoda.

"A veces tenía otras cosas que hacer y tenía que ir al estadio por si hacía ese gol. Ya estaba cansada de eso", dijo.

Romario, de 41 años, había convocado a una conferencia de prensa para el lunes por la tarde, pero finalmente no apareció.

Nadie dio explicaciones a los periodistas que lo esperaron en la sede de Vasco da Gama, pero, según publicaron este martes algunos diarios, la razón fue simple cansancio, después de una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, regada con mucha cerveza y en la que Romario se dejó fotografiar fumando un puro.

En los próximos días, el jugador será objeto de numerosos homenajes, tanto del club carioca como de la propia Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

El jueves, según la prensa, Romario ofrecerá su propia fiesta, en una discoteca que había reservado cada domingo desde mediados de abril pasado para celebrar el milésimo gol, que finalmente anotó contra Sport.

Este último domingo, por razones no reveladas, pero que algunos diarios relacionan con cierto pesimismo ante un tanto que se resistía, Romario había decidido no reservar el local nocturno. (EFE)