¡Gaby, dale una mano!
El coach de Nicolás Massú, Gabriel Markus, está de buen humor prefiere "tomarse con soda" la derrota de su pupilo ante Feliciano López, pese a que no le gustó su actitud en la cancha.
Por Rodrigo Hernández desde Miami.
Llueve como que el mundo se fuese a acabar nada nuevo en Key Biscayne por esta fecha en todo caso. Mientras en el estadio principal los pasapelotas huyen del aguacero tras secar en vano la cancha por enésima vez, en la zona de estacionamientos un par de argentinos esperan, en una carpa de dos por dos, que uno de los tantos voluntarios que trabajan para el torneo le acerquen el auto.
Uno de ellos es Gabriel Markus, el otro Sebastián Prieto, doblista del equipo argentino de Copa Davis que la semana subsiguiente juega en Gotemburgo cuartos de final del Grupo Mundial. El coach de Nicolás Massú está de buen humor y saluda caballerosamente. Prefiere "tomarse con soda" la derrota de su pupilo ante Feliciano López, pese a que no le gustó su actitud en la cancha.
"Estuvo mal, en general, está atravesando por un momento difícil. Jugó con muy poco ánimo de luchar, con su espíritu muy bajo, es una lástima porque uno trabaja para que las cosas vayan de otra manera. Pero ya encontraremos una solución para salir de esto. Lo importante es que cambie su humor y recupere el deseo de competir", dice de entrada.
- ¿Y cómo se logra?
"Es difícil, realmente pensé que estaba un poco mejor. La semana pasada en el challenger de Sunrise jugó bien, volvió a sentirse contento, lo vi como hace tiempo no lo veía, con más alegría, incluso acá entrenamos bien, pero a la hora del partido, me lo cambiaron. Apareció un jugador deprimido y eso es una tristeza.
- Siempre en estos casos crece la posibilidad de una separación, ¿no han considerado dejar de trabajar juntos?
"No, entre nosotros está todo bien, pero es una lástima verlo con un estado de ánimo tan bajo. Primero debe recuperar su deseo por competir y, sobre todo, tener un buen espíritu. Lo que está viviendo es difícil para todos, para él, para mí como coach, para su familia. Yo siempre trato de sacarlo adelante y hay días en que la tarea se hace realmente complicada, pero no me quejo, es mi labor".
- Massú está decepcionado y un poco en el aire respecto de qué semana volver al circuito, ¿qué han conversado?
"Que vuelve en la qualy de Montecarlo, creo que le va a venir bien parar una semana y despejarse. Después habrá que retomar los entrenamientos pensando en hacer algo bueno en la gira que viene. Pero para eso es clave que vuelva con energía y decidido a romperse en la cancha. En el tenis hoy nadie te regala nada".
Markus se despide, coge el bolso y corre al vehículo en marcha con Prieto al volante. Acaba de hacer análisis descarnado, pero a la vez certero de lo que vive su pupilo. Y no teme que al doble campeón olímpico le caigan mal sus palabras porque tiene claro que aunque no lo verbalice Massú sabe íntimamente que no luchó como debía. Es una de las ventajas de tener una relación franca, sin dobleces. Se dicen lo que tienen que decir y dan vuelta la página.
Este viernes, Massú estará en Viña visitando a su abuelo enfermo, don Ladislao Fried, el gran propulsor de su carrera, mientras Fernando González debutará como amplio favorito frente al ex campeón de Australia Thomas Johansson. Hace 24 horas compartían el vestuario, la sala de jugadores, el palco vip.
Hoy, en cambio están a 10 mil kilómetros de distancia, uno con una semana libre y sin la más mínima intención de empuñar la raqueta, otro con ganas de seguir haciendo historia y meterse entre los tres mejores del mundo. Un contraste sobre el que todos opinan y que según muchos se explica en que a Massú le afectó emocionalmente el éxito de González. Yo sostengo que no. Pero se lo aclaro en la siguiente columna.