El estadounidense James Blake (6º), primer favorito, arrebató el torneo de Indianápolis a su compatriota Andy Roddick (11º), incapaz de mantener la iniciativa que adquirió en el principio del partido y que perdió la final por 4-6, 6-4 y 7-6 (5).

El tenista neoyorquino, sexto del mundo actualmente gracias a sus triunfos este año Las Vegas y Sidney, y a las finales en el Masters Series de Indian Wells y Queen's, sumó su tercer corona de 2005 y la séptima de su carrera, y vuelve a consolidarse entre los mejores del circuito.

Estuvo más sólido a lo largo del choque Blake, al principio desarmado por el ímpetu de un adversario en permanente búsqueda de recompensa en una campaña irregular.

Hace algún tiempo que Roddick, otrora número uno del circuito y amparado por 20 títulos, no recibe buenas noticias de sus juegos. Este año, por ejemplo, están en una preocupante sequía y su esperanza está en el US Open, último Grand Slam, y que ya ganó hace tres temporadas.

No fue capaz de prolongar su buen arranque el de Nebraska, que en cuanto perdió cierta solidez con su saque se vio contra las cuerdas. Esto llevó el duelo al desempate después de que cada jugador ganara un set con un único quiebre en cada manga.

Y el desenlace quedó en manos del tie break que terminó por adjudicarse Blake por 7-5. (EFE)