El zaguero italiano Marco Materazzi compareció este viernes ante el comité de disciplina de la FIFA para responder sobre su posible provocación al francés Zinedine Zidane, quien le propinó un cabezazo en el pecho que le valió la tarjeta roja cuando se jugaba el tiempo extra de la gran final de Alemania 2006.

Luego que el organismo rector del balompié decidiera el jueves abrir una investigación disciplinaria en su contra, el defensa de Inter de Milán se trasladó lo antes posible hasta su sede en Zürich (Suiza) para reunirse con los miembros del comité, según confirmó el portavoz de la FIFA, Nicolas Maingot.

El vocero no quiso dar detalles sobre lo sucedido en el encuentro, donde Materazzi entregó sus primeras explicaciones respecto de qué fue lo que realmente sucedió antes que Zidane reaccionara como lo hizo, ya que el francés lo acusó de provocarlo con palabras "muy duras" hacia su madre y su hermana.

Tras la comparecencia de Materazzi, su representante, Claudio Vigorelli, indicó que la FIFA sólo debería considerar la reacción de Zidane, ya que un castigo sobre su jugador podría crear un precedente peligroso. El agente puso el ejemplo de lo ocurrido con el italiano Francesco Totti, sancionado en la Eurocopa 2004 por escupir al danés Christian Poulsen.

"Totti fue sancionado con cuatro partidos que luego se redujeron a tres y no ocurrió nada con Poulsen, y éste es un caso similar. Si quieren atacar a un jugador por lo que puede decir en el campo deben tener mucho cuidado en el futuro, porque es bastante normal que se griten los unos a los otros, especialmente en partidos de tanta tensión como la final", declaró Vigorelli.

La FIFA anunció el jueves su intención de escuchar la versión de ambos jugadores, por lo que se espera que Zinedine Zidane lo haga la próxima semana, antes que los dos futbolistas se enfrenten en un careo que se llevará a cabo el jueves 20 de julio, día en el que se prevé que dicha comisión emita su veredicto definitivo.

El italiano reconoció días atrás haber insultado a Zinedine, pero aseguró que lo que le dijo fue algo habitual, que se escucha "docenas de veces" en los terrenos de juego, aunque no especificó cuáles fueron sus palabras exactas.

Por su parte, el retirado volante galo lo acusó de hablar mal de su madre y su hermana, y señaló no arrepentirse de su gesto violento, por cuanto se trató de una respuesta a una grave provocación de parte del italiano. (Agencias)