El técnico Marcello Lippi, quien guió el camino de la selección italiana de fútbol rumbo al título de la Copa del Mundo de Alemania 2006, aplazó su anuncio sobre si continuará o no al frente de la escuadra azzurra.

Tras los festejos vividos el lunes a la llegada de la selección a Roma, Lippi tenía previsto reunirse este martes con Guido Rossi, comisario extraordinario de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), para comunicarle si continuaba o no el cargo.

Sin embargo, la anunciada reunión se ha aplazó hasta nuevo aviso y sin que se sepa cuál es la decisión del estratega, quien reiteró que no tiene dudas respecto de su futuro.

"Cuando sea el momento hablaré de la selección y diré si sigo o no. Dudas no tengo", ratificó Lippi.

Ni su familia más cercana dice saber la decisión, como tampoco los propios jugadores de la escuadra italiana que se proclamó campeona del mundo.

El sentir general, recogido por varios medios informativos, apunta a que Marcello Lippi abandonará el cargo de seleccionador, al que llegó hace casi dos años y medio, para tomarse una temporada "sabática".

Sin embargo, la presión sufrida en estos dos últimos días, en la que los aficionados, el propio Gobierno Italiano y el ente federativo le pidieron que continúe, parecen haber abierto una puerta a la opción de que siga en su cargo.

Lippi, en tanto, ya se encuentra en su ciudad natal de Viareggio, donde reside, y se apresta a realizar uno de sus anhelos declarados durante el Mundial de Alemania: perderse con su barca en el mar de Liguria.

El técnico será objeto este miércoles en su ciudad de una fiesta en su honor. (EFE)