El timonel de la selección de Costa Rica, Alexandre Guimaraes, renunció el lunes a su cargo al argumentar que la situación se tornó insostenible por las "amenazas" y recriminaciones de la prensa tras la pobre actuación del equipo en el Mundial de Alemania 2006.

"Puedo entender que el aficionado y la prensa estuvieran tristes por no haber logrado resultados positivos en Alemania, pero lo que no puedo aceptar es la agresión y las amenazas", indicó Guimaraes.

"Las últimas semanas la crítica se convirtió en violencia y debo decirles que, como parte de esa violencia, he sentido amenazada mi seguridad personal y la seguridad de mi familia", enfatizó el DT.

"Cuando esas situaciones se insinúan, se deben tomar decisiones radicales", agregó el ex jugador de origen brasileño, al anunciar el fin del pacto que mantenía con la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefut), y que lo ligaba al cuadro por cuatro años más.

Guimaraes subrayó que su renuncia se produce "sin cobrar ningún beneficio económico a cambio", y reiteró sus temores por el adverso ambiente que se generó tras su retorno al país costarricense, al punto de señalar que "de no ser por la custodia efectiva de la policía, tal vez no estaría en esta conferencia de prensa".

El DT manifestó que en los últimos días ha sido víctima de una campaña de desprestigio "alentada por algunos sectores que hacen opinión", a los que culpó de llevar las cosas a una situación que pone en peligro su seguridad y la de sus allegados.

"No he sido partidario de polarizar autos, andar cambiando el número telefónico o andar con guardaespaldas, pero es muy probable que algunas de esas decisiones deba tomarlas", indicó.

Pese a reconocer el fracaso de la selección costarricense en Alemania 2006, donde quedó eliminada en la primera ronda y por primera vez en su historia no conoció de triunfos en un Mundial, Alexandre Guimaraes afirmó que tras 12 años de carrera "no se puede evaluar la totalidad de ella por tres partidos".

"Sé que en el fútbol lo que se recuerda es el último resultado, y para nosotros fueron muy malos, esto lo hemos aceptado. Lo que no puedo aceptar es la campaña de desprestigio de la cual he sido objeto, en la que diferentes sectores han cuestionado mi capacidad y honorabilidad profesional", finalizó. (Agencias)