El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, definió el Mundial de Alemania como "una ola de entusiasmo", aseguró que los jugadores "tienen hambre de fútbol" y dio un tirón de orejas a los árbitros por no recurrir al sistema de intercomunicación para corregir errores.

"Después de 44 partidos, para mí es un enorme placer hacer un balance intermedio porque el ambiente es impresionante, como sólo lo he visto antes en Seúl y en París. Hay una verdadera ola de entusiasmo y agradezco su trabajo a los voluntarios, a los soldados, a los policías y a todo el personal de seguridad", dijo Blatter en su primera evaluación.

El mandamás se felicitó por la decisión de la FIFA en relación a que los jugadores participantes en el Mundial estuvieran a disposición de sus Federaciones nacionales desde el 15 de mayo.

"Los jugadores han tenido tiempo de recuperarse, han hecho una preparación específica y al cabo de 44 partidos han demostrado que tienen hambre de fútbol", sentenció Blatter.

"Por eso hemos presenciado un espectáculo de tanta calidad, que se ha contagiado a las gradas y fuera de los estadios", afirmó Blatter.

Con respecto a los árbitros, afirmó que "son humanos y cometen errores, pero hay que trabajar para reducir esa cuota de yerros".

"La perfección no existe, y mejor que así sea, porque si no, no habría debate", prosiguió Blatter, que consideró "incomprensible" que en el entre partido Croacia y Australia, donde el juez mostró tres tarjetas amarillas a Josip Simunic, "nadie del equipo arbitral interviniera para advertir al árbitro del error".

En relación con la reclamación a la FIFA de una indemnización por parte de Newcastle United por la lesión de Michael Owen durante el

Mundial, Blatter informó de que se ha creado un fondo de 15 millones de francos suizos (unos seis mil 500 millones de pesos) para casos especiales como este, el cual será estudiado después del Mundial. (EFE)