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Por Rodrigo Hernández

El valor de las entradas de Roland Garros oscila entre 12 y 67 euros, es decir entre 8.000 y 45.000 pesos chilenos. Las más baratas permiten sólo el acceso a las canchas secundarias, pero a partir de los 25.000 uno puede comprar un ticket para el court "Philippe-Chatrier". Por primera vez el torneo comenzó un día domingo y la millonaria recaudación le dio la razón a la Federación Francesa de Tenis.

Mientras Maria Sharapova y Gabriela Sabatini polemizan por el desequilibrio de los premios entre hombres y mujeres en Wimbledon, en Roland Garros la Federación Francesa de Tenis (FFT), organizadora del evento, no está preocupada del asunto. Reparte la misma cantidad de euros en ambas ramas y evita discusiones innecesarias.

Pero de lo que sí están preocupados en la FFT es de hacer todavía más rentable el campeonato que este año reparte nada menos que 17 millones 288 mil euros (más de 11.500 millones de pesos) con un incremento del 5,56 por ciento respecto del año pasado. Por eso, la innovación de jugar en día domingo, un cambio que llegó para quedarse.

Pese al reajuste de casi un millón de euros, Roland Garros sigue siendo un magnífico negocio para la FFT que luego vuelca parte de sus utilidades en programas de desarrollo para los menores. Algo similar a lo que hacen las federaciones de Australia, Inglaterra y Estados Unidos, aunque con mejores resultados en la última década. Vaya contraste con la realidad del tenis chileno que por falta de recursos perdió al Centro de Alto Rendimiento de la federación criolla.

Este domingo ganó Roger Federer (1º de la ATP) con insospechada dificultad ante el argentino Diego Hartfield (157º). También Nalbandián (3º), que en 2004 fue semifinalista y se perfila como el argentino de mejor pronóstico tras el retiro de Guillermo Coria (22º) y el pésimo momento de Gastón Gaudio (10º). El número uno del mundo tuvo un partido difícil, pero jugó mejor que el trasandino en los momentos importantes. Aún así estuvo bajo su nivel y puso una cuota de incertidumbre respecto de sus próximos partidos. Quizá una mayor esperanza para Nicolás Massú (35º) si se llegan a encontrar en tercera ronda.

En la misma línea, Paul Capdeville (125º) sabe que tiene un estreno auspicioso ante el británico Greg Rusedski (42º), tipo de mil batallas, aunque especialista en canchas duras. "El sorteo pudo ser mucho más difícil y debo tratar de ganar a toda costa. Me favorece que él sea un jugador de cancha rápida, pero no puedo confiarme ni pensar de antemano en un posible partido con Mario Ancic (12º) en segunda ronda", dijo el número tres de Chile que, aunque suene extraño, también es favorito en las apuestas.

Veremos si la suerte está de su lado... y de sus apostadores.