Por Esteban Catalán Muñoz

La imagen es envidiable: Claudio Lucero sonriente, rodeado de familiares antes de partir a los Himalayas. Jóvenes y viejos lo abrazan en el Aeropuerto Internacional de Santiago previo a otra de sus incontables aventuras: el Lhotse, la cuarta cumbre más alta del mundo, que intentará alcanzar a sus 73 años.

"Yo voy a la montaña a pasarla bien. Para mi la montaña es una fiesta, y si la fiesta es con amigos es mucho más agradable. Es para disfrutarla", arrancó el iquiqueño en diálogo con Cooperativa.cl.

Lucero, quien ya en 1979 se convirtió en el primer chileno y sudamericano en alcanzar un "ochomil" en el Gashenbrum II (8.035 metros), podrá aspirar a ser el hombre más longevo que haya alcanzado la mítica altura, aunque aseguró que la marca no le quita el sueño.

"Yo he hecho montaña toda la vida. Esta es una más, y el desafío... bueno, el que no se pone desafíos no encuentra una razón por qué vivir. No me interesan los récords. Hago montaña, porque me gusta", explicó.

Pero la expedición no parece ser una más en el dilatado camino de Lucero. Organizada como un homenaje a sus 60 años de montañismo, el ataque al Lhotse llevará a casi 40 personas -que incluyen amigos y uno de sus hijos- hasta el campamento base, ubicado a 5.400 metros de altitud. Luego, sólo 10 intentarán atacar la cima.

"Con eso yo creo que llevo todo creo. Es maravilloso estar con los amigos. Pero todas las cosas en la vida tienen un costo, y el montañismo aleja mucho a la familia, porque uno se va por meses. Yo me he ido a la Antártica, a la Patagonia y de repente uno regresa de la expedición y los ve más crecidos", apuntó.

Auunque dista mucho de su situación, Lucero también habló claro cuando se refiere a los "viejos" en Chile, para quienes reclama mayor atención.

"Les enseñan manualidades, les enseñan folclore, pero los marginan de la sociedad. Tú no puedes sacar seguro de vida, un préstamo en el banco, te aumentan las cuotas de previsión de salud... ¿por qué? Si seguimos siendo unos seres humanos igual", sostuvo.

El señor de las alturas

Habitual ya en Nepal, el iquiqueño incluso cuenta con algunos amigos sherpas (habitantes que ofician de guías en las expediciones en el Himalaya), con quienes se reencontrará en el campamento base.

"Hemos andado otras veces con ellos y tratamos siempre de juntarnos cuando hacemos las expediciones", apuntó Lucero, quien además es profesor de Educación Física y bombero.

Lucero ya dirigió numerosas expediciones en todo el mundo: el monte Elbrus (Rusia), Mckinley en Alaska (1982), K2 (Pakistán), Aconcagua y Ojos del Salado. Además, fue parte de la expedición que alcanzó la cima del Everest en 1992.

La expedición al Lhotse, comandada por Rodrigo Jordán y cuyo ataque a la cima se estima entre el 13 y 21 de mayo, es además parte de un ambicioso proyecto de la Federación Chilena de Andinismo, que pretende alcanzar los 14 "ochomil" que existen en el planeta. Este puede ser el noveno. (Cooperativa.cl)