Por Diego Bastarrica

La mejor participación de Chile en los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín tuvo sangre juvenil, y el orgullo de ser la abanderada de la delegación nacional recayó en Noelle Barahona, que a sus 15 años cumplió una destacada actuación en el descenso de esquí alpino.

La esquiadora chilena tuvo un positivo rendimiento tomando en cuenta su escasa preparación y su poca experiencia en descensos (sólo dos veces había realizado esta prueba en Portillo), ya que finalizó el viernes en el lugar 32º entre 45 participantes y el sábado en la 30º y última plaza.

Barahona destacó en conversación con Cooperativa.cl que respecto de la prueba del sábado mejoró mucho sus tiempos, lo que le permite sacar un balance positivo de su última competencia.

"En los entrenamientos había quedado a 18 segundos del primer lugar, lo que es muy malo. Por eso hablé con mi entrenador José Santiago, que me dio mucho aliento mental, que es lo que me faltaba, porque físicamente me sentía bien. Pero creo que cumplí, llegue abajo a la meta a 12 segundos de la primera, o sea mejoré seis segundos con respecto a mi ensayo anterior, así que eso me dejó muy contenta a pesar del último lugar", reconoció la deportista.

Noelle Barahona sabe que en Turín vivió una experiencia incomparable, y que representó con gran honor y buenas actuaciones a su país, por eso en su análisis destaca la importancia de haber luchado mano a mano con los mejores.

"Mi evaluación es que mi participación en los Juegos Olímpicos fue increíble, ya que fui la menor de la cita, y cuando uno llega a la meta todo el público te aclama, es muy lindo y es bueno tener la experiencia", comentó.

"Estos juegos me ayudaron a crecer mucho, y lo otro es que cuando llegué abajo estaba la campeona croata Kostelica Janica, que es mi ídola. La felicité, y ella me dijo que mi actuación era realmente admirable. Han sido unas olimpiadas perfectas", manifestó con evidente orgullo la joven esquiadora.

La deportista reconoció que dentro de los aspectos negativos estuvo la mala organización en Turín, sobre todo por los constantes atrasos en los inicios de las pruebas, pero eso quedó en segundo plano ante la evolución técnica de sus movimientos, que fue fundamental ya que "había competencia con gente muy buena y empecé a esquiar mejor de lo que lo hacía antes".

Los desafíos a futuro y las críticas a la Federación

Noelle Barahona tiene su horizonte claro y sabe que debe entrenar mucho para ganar experiencia y llegar más preparada a la próxima cita olímpica.

"Yo creo que en unos Juegos Olímpicos futuros lo que se debe mejorar es mi preparación, ya que vine sin muchos descensos. He hecho sólo dos en mi vida, ahora tres. Yo no sabía qué esperar de un descenso olímpico, ni siquiera había experimentado uno más difícil que el de la Parva. Por eso para los próximos Juegos debo empezar a trabajar más duro con mi entrenador José Santiago", indicó.

A pesar de su corta edad e inexperiencia, Noelle no tiene empacho en criticar el nulo aporte de las autoridades del esquí chileno, que nunca confiaron en sus resultados.

"La verdad es que la Federación ha aportado cero. En estos Juegos no se pusieron con plata porque pensaban que no iba a clasificar, entonces yo he tenido que financiar todo", expresó la esquiadora, quien pretende prepararse en el extranjero para alcanzar un nivel internacional.

"Ojalá que en el futuro pudieran ayudarme con el dinero para poder viajar. Si lo hiciera todo el año podría entrenar, pero no tengo la plata suficiente, y eso es necesario para tener una corredora profesional, ya que las grandes entrenan todos los días y con suerte yo lo hago 90 días al año", finalizó con resignación.

Noelle Barahona cumplió con humildad, pero con un gran amor propio su meta de destacar en la delegación chilena en estos Juegos Olímpicos de Turín 2006, y ahora habrá que tomar su ejemplo para rescatar a estos jóvenes deportistas de elite y darles un apoyo si se quiere llegar alguna vez a tener futuros campeones. (Cooperativa.cl)