Los cánticos racistas que parte de la hinchada de Inter de Milán entonó contra el jugador de Messina Mark Zoro, y que llevaron al marfileño a detener el encuentro a modo de protesta, tuvieron consecuencias este viernes cuando la justicia italiana decidió imponerles una pena de cinco años sin entrar a un estadio.

Esta es la primera vez en el Calcio en que se aplican sanciones por insultos racistas a espectadores, ya que por el momento sólo se cursaron multas a los clubes.

Los cuatro hinchas fueron identificados a través del análisis de las cámaras instaladas en el recinto, y sobre todo gracias a la nueva ley de seguridad en los estadios que prevé boletos nominales y obliga al espectador a sentarse en un puesto determinado.

La sanción por los hechos del pasado 27 de noviembre prohibirá a estos cuatro seguidores lombardos acceder a cualquier estadio, también en el extranjero, y los obligará a firmar en una comisaría durante los encuentros del campeonato y de la Liga de Campeones.

Aunque cada fin de semana se registran numerosos cánticos racistas dirigidos a los jugadores negros, esta vez el hecho cobró gran trascendencia porque el marfileño de Messina detuvo el partido y amenazó con abandonar el campo.

Mark Zoro, desde hace cuatro años en Messina, tomó el balón entre sus manos y se dirigió al cuarto árbitro para señalarle los insultos racistas que contra él proferían los seguidores de Inter, y anunciarle que abandonaba el encuentro.

Sólo la mediación de dos jugadores de Inter, el nigeriano Obafemi Martins y el brasileño Adriano, consiguieron calmar a Zoro. (Agencias)