El tenista argentino Guillermo Cañas, que cumple una suspensión de dos años tras arrojar positivo en un control antidopaje, se mostró optimista en que podrá volver "pronto" a las pistas, al confiar en que el Tribunal Arbitral del Deporte en Suiza responderá en forma afirmativa a la apelación que presentará próximamente.

"Estoy contento con lo que están haciendo los abogados. Estamos con nuevas pruebas, estamos mucho mejor y eso me da muchas esperanzas", señaló Cañas al diario bonaerense Clarín.

El trasandino tiene hasta el 10 de octubre para presentar pruebas ante el Tribunal Arbitral del Deporte, y su objetivo es uno solo: "Estoy esperando que se vea la verdad".

"Estoy hablando constantemente con mis abogados, empecé a entrenarme normalmente esta semana, y estoy haciendo trabajos físicos. Mi vida pasa por hacer una rutina normal y me preparo para estar listo en el momento que tenga que volver. Esto va a ser pronto", agregó el jugador argentino.

A principios de agosto pasado, cuando ocupaba el décimo puesto del escalafón de la ATP, Cañas fue sancionado al dar positivo por el consumo de un diurético en un control antidopaje el 21 de febrero de 2005 en el ATP de Acapulco, México.

También fue obligado a devolver el dinero que ganó en el certamen, unos 276.000 dólares (cerca de 147 millones de pesos), y se le descontaron 525 puntos del ranking individual y 95 puntos del listado de dobles.

"El fallo de la ATP no fue imparcial, no se quiso buscar la verdad; se quiso cubrir un sistema defectuoso. Estoy seguro de mi inocencia, de que estoy limpio", afirmó el deportista, quien tiene prohibido asistir a los recintos en los que se disputen partidos oficiales de tenis.

El dopaje de Guillermo Cañas es el quinto caso entre los tenistas argentinos. Los anteriores fueron Juan Ignacio Chela, Guillermo Coria, Mariano Puerta y Martín Rodríguez, quien solamente fue advertido, todos en los últimos cuatro años. (EFE)