El argentino Guillermo Cañas (10º del mundo) consideró que la suspensión de dos años que le impuso la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) por dopaje positivo es una "decisión política" de una entidad que no quiere reconocer que sus controles "tienen muchas fallas".

Cañas aseguró que esta sanción no significará el final de su carrera y dijo que, en los próximos días, apelará esta decisión ante la Corte Arbitral del Deporte (CAS), el tribunal del Comité Olímpico Internacional, con sede en Lausana (Suiza).

"Es un momento muy difícil de mi carrera y estoy totalmente en desacuerdo con la suspensión. La ATP se equivocó conmigo. Soy un jugador limpio y llegué adonde estoy con mucha garra y esfuerzo", destacó Cañas.

El jugador argentino recibió una suspensión de dos años, la máxima contemplada para casos de dopaje, después que se halló en su orina restos de un diurético en un control efectuado en febrero pasado, durante el torneo de Acapulco.

Cañas dijo que no puede negar que se haya encontrado "una cantidad médica de un diurético" en su orina, pero señaló que en el juicio al que fue sometido por el tribunal de la ATP de Nueva York demostró que el medicamento fue recetado por un médico avalado por el torneo, que posteriormente no reportó lo sucedido.

"Demostramos que el sistema antidopaje de la ATP, que cuesta mucho dinero, tiene gran cantidad de fallas, pero los mismos que decidieron mi sanción no lo quieren reconocer y de allí la suspensión", subrayó el tenista.

Al enumerar las fallas, Cañas aludió, entre otras, a "médicos que recetan medicamentos o atienden a jugadores y no lo reportan" a las autoridades de la ATP.

"La ATP está encubriendo un sistema antidopaje que tiene muchas fallas", insistió el argentino, que reconoció que su "única negligencia" fue "no chequear" lo que el médico le recetó en Acapulco.

El tenista, de 27 años y ganador de seis torneos del circuito profesional, comentó que nunca pensó que la sanción iba a ser "tan dura", aunque se manifestó confiado en la apelación que presentarán sus abogados ante el que definió como "un tribunal independiente y no pagado por la ATP".

Guillermo Vilas, considerado el mejor tenista argentino de la historia, dijo que la noticia le cayó "como un balde agua fría", después de calificar a Cañas de "puro y leal".

"Es triste para el tenis argentino y es una sanción muy dura, ya que Cañas no tenía antecedentes. Lamentablemente no pude llamar a nadie ya que podía haber explicado un poco más la historia", agregó.

"Si hay un chico que ha tenido la vida limpia, ése es Guillermo Cañas y me hubiera gustado decir eso", añadió.

Con este caso, son ya cinco los tenistas argentinos que han recibido una sanción por dopaje, tras los positivos de Juan Ignacio Chela, Guillermo Coria, Mariano Puerta y Martín Rodríguez. (EFE)