Pese a la magnitud del logro conseguido este domingo, su séptimo triunfo consecutivo en el Tour de Francia, el ciclista estadounidense Lance Armstrong reconoció que afrontó su última competencia "sin ninguna presión".

"Era una cuestión de desafío personal y un compromiso con el patrocinador (Discovery Channel)" agregó el texano que se despidió de la actividad con esta nueva victoria.

Sobre su último triunfo en París afirmó: "Estar aquí, en este podio, es un sueño. Ha sido difícil llegar hasta aquí con rivales como Ivan Basso, el futuro del Tour, y Jan Ullrich. Este resultado no lo hubiera conseguido sin el mejor equipo, con toda la gente que me rodea, no sólo los corredores".

A la hora del análisis de su trayectoria, Armstrong destacó su victoria en el sexto tour, ya que tras esa prueba superó en palmarés a exponentes como los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, al belga Eddy Merckx y al español Miguel Indurain. 

"El sexto Tour fue especial, muy particular, nunca lo podré olvidar. Era un récord histórico que me ponía por delante de las grandes leyendas de la carrera" recordó.

Respecto a su futura relación con la carrera gala, el norteamericano de 33 años afirmó que esperar compartir su experiencia entre sus ex compañeros.

En su adiós, el campeón respondió a los críticos de su disciplina al señalar que siente "pena por todos aquellos cínicos y escépticos del ciclismo", y agregó "este es el deporte más difícil, más bello, el más duro y el más increíble. Es necesario que crean en nosotros. Viva el Tour, por siempre" señaló enfático.

Al pensar sus días alejado de las pistas, Armstrong afirmó: "No tengo la intención de ser una figura pública los próximos años, necesito hacer vida privada". (EFE/Cooperativa.cl)