El defensa argentino Leandro Desábato, de Quilmes, arrestado en un partido de la Copa Libertadores por presuntos insultos racistas contra el brasileño Grafite, de Sao Paulo, quiere reunirse con el delantero antes del choque Argentina-Brasil del 8 de junio en Buenos Aires.

Grafite, convocado por el seleccionador de su país, Carlos Alberto Parreira, para jugar el encuentro por las clasificatorias del Mundial Alemania 2006, acusó a Desábato de haberlo insultado durante el encuentro en que el conjunto paulista venció a Quilmes por 3-1 en abril.

"Si mis abogados y el club no ven ningún problema en esto, me voy a encontrar con Grafite", dijo a la prensa el zaguero argentino, quien estuvo detenido en Sao Paulo durante dos días por ese asunto.

Desábato, que no juega en la selección, quiere colaborar para que en el Argentina-Brasil no haya incidentes, aunque indicó que hablar con el ariete no significa que vaya a "pedirle disculpas".

El jugador brasileño acusó al argentino de haberle dicho "negro de mierda", lo cual ha negado rotundamente el defensa de Quilmes.

El jefe de la Secretaría argentina de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli, se reunió con el presidente de AFA, Julio Grondona, para resolver los pasos a seguir en torno a la seguridad para el compromiso clasificatorio.

La reunión entre Grafite y Desábato también fue alentada este martes por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).

Fuentes cercanas a la organización del partido estudian la posibilidad de que ambos equipos salgan al campo simultáneamente portando una bandera con una leyenda contra el racismo en el fútbol.

El ministro argentino del Interior, Aníbal Fernández, afirmó este martes que "el Estado tiene que hacerse cargo de cubrir como corresponde el partido ante Brasil".

"Estamos tranquilos, independientemente de lo que sucedió en Brasil. No hay nada que tenga que preocupar", afirmó Fernández. (EFE)