Tras la pesadilla que le tocó vivir en tierras brasileñas luego que la policía lo detuviera ante la acusación de Grafite de proferirle insultos racistas en el duelo entre Quilmes y Sao Paulo, el zaguero Leandro Desábato realizó sus descargos y señaló que no se arrepiente de lo que hizo en la cancha, porque no fue "nada malo".

En una entrevista difundida la noche del domingo en el programa Fantástico de TV Globo de Brasil, el defensa argentino explicó qué fue lo que pasó en la cancha del Estadio Morumbí cuando se trenzó en una disputa con el delantero Grafite.

"Estoy convencido de que no hice nada malo. Había leído en un diario de Brasil que Grafite quería festejar sus goles tirándoles bananas a los hinchas de Quilmes que estuvieran en el Morumbí. En un momento de roce, le dije que se metiera la banana en el culo y lo llamé cagón... Sí, le dije cagón, pero nunca negro de mierda, ni negrito, ni negro", aseveró Desábato.

A raíz de los supuestos insultos racistas a Grafite, Desábato permaneció casi 40 horas preso en Sao Paulo y recién pudo volver a su país en la noche del viernes pasado, dos días después del partido por el Grupo 3 de la Copa Libertadores en que su equipo cayó por 3-1 ante Sao Paulo.

En la entrevista, el defensa argentino se quejó por la difícil situación que le tocó vivir en Brasil, al señalar que "no soy un delincuente, no había robado, no había matado, no había agredido a nadie, y sin embargo me trataron mal".

"Yo fui a jugar un partido de fútbol en Brasil y me encontré con todo esto. Fue una sorpresa muy grande, que empezó cuando llegó el comisario tras el final del partido con otros hombres de seguridad y me preguntó si yo era Desábato. Dije que sí, creyendo que eran del control antidoping, y además como mucho no entendía el idioma... Pero me esposaron y me dijeron que estaba acusado de racismo, que iría preso", relató.

El jugador también se dio tiempo para hablar de Grafite, quien generó toda su situación al denunciarlo ante la Justicia por un hecho generado en plena cancha, en el contexto de un partido.

"No tengo nada contra el señor Grafite. Incluso cambiamos camisetas en el partido de ida. Para mí era un sueño jugar en el Morumbí y fui con mucha expectativa, con felicidad", sostuvo.

Leandro Desábato responderá en Brasil a un proceso por las supuestas injurias racistas lanzadas contra Grafite, un delito castigado por el Código Penal brasileño con penas de multa y de entre uno y tres años de cárcel.

Antes de abandonar Sao Paulo, el defensa firmó un documento en el que se compromete a presentarse a la Justicia brasileña siempre que sea convocado a declarar sobre el proceso.

Y aunque varios juristas brasileños aseguraron este lunes que las autoridades del país no tienen poderes para obligar el futbolista a viajar si éste no desea hacerlo, el vicepresidente del Quilmes, Julio García, aseguró que el jugador cumplirá el compromiso firmado el viernes ante la Justicia de Sao Paulo.

"Es claro que Desábato volverá a Brasil, y yo lo acompañaré cuando sea llamado. No será problema regresar a su país, aun después de haber pasado tres días muy complicados allí", dijo García, en entrevista con el diario Folha de Sao Paulo. (Agencias)