El ex futbolista Diego Maradona defendió este jueves al zaguero argentino Leandro Desábato, detenido en Brasil acusado de racismo, y argumentó que es muy común que en medio de un partido "los jugadores puedan decir cualquier cosa".

"No puede ser que Quilmes quede como el malo de la película cuando en una cancha de fútbol siempre se dice cualquier barbaridad", sostuvo el ex capitán de la selección argentina en declaraciones a Radio Mitre, de Buenos Aires.

Desábato fue detenido este miércoles cuando aún estaba en el campo de juego del Estadio Morumbí tras el partido de la Copa Libertadores entre Quilmes y Sao Paulo, acusado de racismo por haber llamado "negro" al delantero Grafite en una discusión al final del primer tiempo.

El incumplimiento del plazo para el pago de una fianza equivalente a 3.878 dólares (unos dos millones de pesos) hizo que el defensa del equipo argentino deba pasar este jueves otra noche detenido en una comisaría paulista.

"Grafite no es ni el primero ni el último al que putean. En la calentura del partido uno puede decir cualquier cosa", aseguró Maradona.

El '10' agregó que la situación por la que están pasando Desábato y Quilmes es "un bochorno" y pidió al presidente de la Asociación del

Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, que "haga algo".

"Doy mi apoyo a los jugadores de Quilmes. Estamos mezclando el deporte con un montón de cosas que no tienen nada que ver. Acá no importa si Quilmes es un equipo grande o no, es un conjunto argentino", destacó.

Maradona agregó que este incidente puede crear una especie de guerra entre los países. "Imagínate que mañana viene un equipo brasileño... le van a buscar cualquier cosa para meter presos a sus jugadores", añadió. (EFE)