El defensa de Quilmes Leandro Desábato fue arrestado la noche del miércoles en Brasil tras ser acusado de haber agredido con ofensas racistas al atacante de Sao Paulo Grafite, a quien llamó "negro", según informaron este jueves fuentes oficiales.

Desábato, compañero del chileno Pablo Galdames, fue detenido por un comisario de la policía de Sao Paulo cuando aún estaba en la cancha del Estadio Morumbí, apenas terminó el partido por el Grupo 3 de la Copa Libertadores, que el cuadro local ganó por 3-1.

El zaguero argentino fue acusado de racismo por haber llamado "negro" a Grafite durante una discusión entre jugadores de ambos equipos al final del primer tiempo.

Como el ariete brasileño reaccionó al supuesto insulto con una agresión física a su rival, fue expulsado junto con el trasandino Luis Arano, que también se involucró en la discusión.

Grafite, que inmediatamente señaló haber sido víctima de racismo, se presentó ante una comisaría para formular la denuncia.

Es la primera vez en Brasil que un futbolista es detenido en un estadio y tras un partido por una acusación de ese tipo.

"Nadie está inventando nada. Todo eso está previsto por la ley. Esto puede servir de ejemplo, no sólo para el fútbol sino para todo", afirmó el comisario Oswaldo Gonzalves, responsable por la detención, al justificar la medida inédita.

"El racismo tiene que ser reprimido de todas las formas. Eso ocurrió allá (en Argentina) y se repitió aquí", afirmó Gonzalves al referirse a las quejas de los jugadores paulistas de que fueron víctimas de insultos cuando visitaron a Quilmes este año, también por la Copa Libertadores.

La decisión de Grafite fue apoyada por el técnico de Sao Paulo, el ex seleccionador brasileño Emerson Leao.

"Tomada esa decisión hay que ir hasta el final. Es la primera vez y por eso tanta discusión, pero siempre hay una primera vez", afirmó Leao en declaraciones al canal de televisión Globo.

Según Gonzalves, Desábato fue acusado oficialmente del crimen de "injuria calificada", situación que le puede costar una condena de entre uno y tres años de prisión en caso de ser hallado culpable.

La situación del defensa del Quilmes sólo será decidida este jueves por un juez de Sao Paulo, quien definirá si el futbolista puede regresar a su país y responder al proceso en libertad o si tendrá que permanecer en prisión.

Según Globo, el cónsul de Argentina en Sao Paulo, Norberto Vidal, estuvo presente en la comisaría y alegó que la palabra "negro" en Argentina no tiene necesariamente connotaciones racistas y que puede ser utilizada cariñosamente. (EFE)