Marion Jones fue acusada de dopaje por dueño de laboratorio Balco
Víctor Conte, propietario de la firma que creo o propagó el esteroide THG, acusó a la atleta estadounidense de usar sustancias prohibidas. "Ella se inyectó mientras yo estaba sentado a su lado", dijo.
La velocista estadounidense Marion Jones recurrió a productos dopantes antes de la conquista de sus cinco medallas, tres de ellas de oro, en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, según declaró Victor Conte, dueño del laboratorio Balco, acusado de fabricar y distribuir el esteroide anabolizante de nueva generación THG.
En una entrevista televisada por la cadena estadounidense ABC, Conte afirmó no sólo que suministró productos dopantes a Jones, sino que le enseñó a utilizarlos y vio cómo se inyectaba dichas sustancias en una pierna.
"Ella se inyectó mientras yo estaba sentado a su lado, delante de mí", aseguró Conte, quien hace unos días anunció que diría "la verdad al mundo entero".
Sus declaraciones completas se conocerán cuando este viernes se emita íntegramente la entrevista en la cadena de televisión.
Conte reconoció haber suministrado numerosos productos dopantes a Jones desde agosto de 2000 a septiembre de 2001, incluidos EPO, hormonas de crecimiento, insulina y THG.
Según el sitio en internet de la cadena ABC, Conte reconoció haber puesto en marcha los planes de dopaje para Jones y para su compañero Tim Montgomery, actual plusmarquista mundial de los 100 metros planos, también acusado de dopaje por la Agencia Antidopaje (USADA).
Otra velocista en la lista de acusados, Kelli White, ya cumple sanción.
A la pregunta sobre si creía que Jones había hecho trampas con el dopaje, Victor Conte respondió tajante: "No tengo la menor duda".
La velocista, de 27 años, figura entre las decenas de deportistas investigados a finales del año pasado por un jurado federal estadounidense en relación al caso del laboratorio californiano Balco.
Jones consiguió en Sidney 2000 cinco medallas -las de oro en 100 y 200 metros y el relevo 4x400; y dos de bronce en salto largo y 4x100-, más que ninguna otra atleta en unos Juegos Olímpicos, pero después de aquél éxito su carrera se oscureció y su imagen resultó salpicada por el escándalo del laboratorio Balco. (EFE)