El atleta brasileño Vanderlei Cordeiro de Lima, al que un fanático religioso irlandés interceptó en el maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas cuando iba primero, aceptó las disculpas de su agresor, pero no la propuesta de reunirse con él.

"No estoy diciendo que no quiera encontrarlo. Pero creo que si le damos espacio (más publicidad), él va a volver a hacer eso otras veces y no estoy de acuerdo", afirmó el finalmente medallista de bronce en Atenas 2004 en declaraciones publicadas este miércoles por el diario O Globo.

De Lima se enteró por ese mismo medio brasileño de la carta que su agresor, el ex sacerdote irlandés Cornelius Neil Horan, le envió para disculparse, así como de su deseo de viajar a Brasil para pedirle perdón en persona, para lo que estaría estudiando portugués.

"El va a ganar más publicidad con eso. Tal vez lo reciba, pero en un encuentro sin la prensa", afirmó el brasileño, que teme que, con la importancia que se le ha dado, Horan intente sabotear algún otro evento deportivo.

En la misiva al atleta, el ex sacerdote se comprometió a no alterar otras competencias.

Un año antes de impedir la victoria del brasileño en el maratón de Atenas, Horan fue detenido por haber invadido la pista del autódromo de Silverstone cuando se disputaba el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1.

"Para mí fue algo negativo lo que él hizo. Fue algo negativo tanto para mí como para el deporte", aseguró el fondista.

De Lima reiteró que no guarda resentimiento por lo ocurrido y que su meta era alcanzar una medalla sin importar cuál.

El brasileño terminó con la de bronce debido a que fue alcanzado y superado por el italiano Stefano Baldini, que conquistó el oro, y por el estadounidense Mebrahtom Keflezighi, que obtuvo la plata.

Dijo igualmente que no tiene más esperanzas de que la Corte Arbitral de Deporte acepte el recurso interpuesto por el Comité Olímpico Brasileño para que se le otorgue una medalla de oro que compense la perdida. (EFE)