Un tribunal del distrito de Tokio emitió una orden que bloquea la orden para deportar a Estados Unidos al ex campeón del mundo de ajedrez Bobby Fischer, según informó este miércoles su abogada, Masako Suzuki a la agencia informativa nipona Kyodo.

El mandato establece que el ajedrecista no podrá ser deportado hasta que la corte emita un fallo sobre la demanda interpuesta por Fischer, tras serle notificada el pasado 24 de agosto una orden de deportación del Ministerio de Justicia japonés.

Según Suzuki, esta decisión judicial supone una gran victoria para Fischer dado que el tribunal de Tokio suele tardar al menos un año en emitir un dictamen sobre la suspensión de una orden de deportación.

Y este no es el único movimiento del ex campeón mundial en su partida contra las autoridades estadounidenses y japonesas.

Al mismo tiempo, la profesional señaló que los trámites de boda del ajedrecista con la presidenta de la Federación japonesa de Ajedrez, Miyoko Watai, siguen su curso, al haber sido admitidos de manera provisional por las autoridades de Tokio.

Si el matrimonio se formalizará, Fischer, podría entonces renunciar a la nacionalidad estadounidense y adoptar la japonesa.

Bobby Fischer, de 61 años, fue detenido el pasado 13 de julio en el aeropuerto Narita de Tokio cuando se dirigía a Filipinas, al descubrirse que tenía el pasaporte anulado.

La justicia de Estados Unidos se lo invalidó al violar en 1992 el embargo económico impuesto a Yugoslavia, después que el ajedrecista aceptara jugar en ese país una millonaria revancha ante su viejo rival el ruso Boris Spassky.

Bobby Fischer se convirtió en un héroe en Estados Unidos en plena Guerra Fría, al romper en 1972 la hegemonía soviética en el ajedrez y arrebatar el título al entonces campeón del mundo: Spassky.

Tres años después volvió a sorprender al mundo, pero esta vez, por renunciar al título y afirmar que no volvería a jugar nunca más.

Desde entonces desapareció de la vida pública y todas sus fugaces apariciones han estado acompañadas de polémica. (EFE)