Estados Unidos, el gigante del baloncesto que había estado dormido en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, despertó este jueves en cuartos de final para cerrarle la boca a España y sacarla de la lucha por las medallas.

El quinteto norteamericano, integrado por estrellas de la NBA, se impuso por 102-94 al cuadro ibérico y pasó a semifinales, instancia en la que se medirá con el vencedor del choque entre Grecia y Argentina.

España ganó el partido antes de jugarlo, como lo reflejaron las triunfalistas declaraciones de sus seleccionados que llegaban invictos al choque.

La más osada fue la del reserva Oscar Yebra, quien ni siquiera estuvo en la cancha este jueves. "Va a ser memorable meterse en semifinales después de calzarnos a los (norte)americanos", declaró el martes 24 de agosto.

En el rectángulo ateniense todo fue distinto, porque España demostró esa falta de garra que le persigue en la mayoría de los deportes colectivos -como el fútbol- y que le hace fracasar siempre que es candidato al título.

El encuentro arrancó muy apretado como lo indica el 25-25 que arrojó el primer cuarto o la mínima ventaja de 44-43 con que el elenco estadounidense se fue al descanso.

A los pupilos de Larry Brown a esta altura nos se les puede pedir barrer con sus adversarios como lo hacían otros recordados equipos de la NBA. Sin embargo, en este encuentro Estados Unidos mostró la jerarquía suficiente para liquidar en los momentos clave.

Fue en el tercer cuarto donde apareció la calidad norteamericana para sacar una diferencia de siete puntos, que sería decisiva.

En el período final, pese a los intentos desesperados de España por dar un vuelco al pleito, el equipo estadounidense controló el trámite y mantuvo a raya a los ibéricos para firmar su paso a semifinales.

El mejor jugador del cuadro de Brown fue el base Stephon Marbury, con 31 puntos, incluidos seis triples que desarmaron al elenco hispano.

Marbury fue secundado por el escolta Allen Iverson con 17 tantos.

En España destacó como es habitual el alero Pau Gasol, que totalizó 26 unidades, las que resultaron insuficientes para revertir la suerte de su equipo.

En los instantes finales del partido se desató la polémica cuando Larry Brown pidió tiempo con el encuentro ya liquidado (100-90). La acción indignó al técnico hispano Mario Pesquera que se lanzó contra él y debió ser detenido para evitar que el incidente pasara a mayores.

Mientras Estados Unidos iniciará ahora su lucha por una presea, España deberá resignarse a pelear por un puesto entre el quinto y octavo lugar de la competencia. (Agencias)