El curioso hecho que afectó al chileno Nicolás Massú con relación a dejar olvidadas sus dos medallas de oro al partir a Estados Unidos, ya tiene un símil, puesto que el remero holandés Simon Diederik dejó en un taxi su presea de plata, la que posteriormente logró recuperar.

Diederik, miembro del equipo de remo de Holanda que resultó segundo en la final de ocho disputada el domingo 22 de agosto, perdió su premio cuando se dirigía a la zona de Farilo, según informó este miércoles el portavoz del comité organizador de Atenas 2004, Serafin Kotrosos.

El atleta, que denunció el hecho a la coordinación de los Juegos, aseguró en principio que alguien le robó la medalla cuando marchaba en un taxi hacia la Avenida del Poseidón.

Dicho departamento inició las investigaciones en contacto con la administración central helena, que dispone de un centro específico de transporte para los atletas.

Kotrosos explicó que las indagaciones incluyeron a los cerca de 5.000 taxis que dispone la red. Poco después, el conductor Yannis Desfos comunicó al comité organizador que había encontrado la presea de plata en su vehículo.

El portavoz anunció que el conductor sería recompensado por devolver la medalla.

En una situación parecida ocurrida anteriormente, el español Francisco Fernández, subcampeón olímpico de 20 kilómetros marcha, dejó olvidado su galardón en la mesa de la conferencia de prensa, aunque fue advertido de ello. (EFE)