La inspiración de los tenistas chilenos Nicolás Massú (69° en duplas) y Fernando González (88°) no sólo alcanzó para los partidos de singles, sino que además les sirvió para asegurar una segunda medalla para Chile al instalarse en la final del torneo olímpico de dobles.

El triunfo por 7-5, 4-6 y 6-4 sobre los croatas Ivan Ljubicic (85°) y Mario Ancic (73°) significó que los chilenos alcanzarán al menos la medalla de plata en la especialidad, y de ganar, podrían transformarse en los primeros nacionales colgarse la presea dorada en un evento olímpico.

Además, esta final sirve para superar lo realizado en Sidney, donde la selección nacional de fútbol alcanzó la medalla de bronce y de paso le da la posibilidad al tenis para sumar tres preseas, igualando lo hecho por el boxeo chileno en Melbourne 1956, cuando sumó dos platas y un bronce.

El dramatismo del partido

No podía ser de otra forma. Si los tenistas chilenos no eran héroes, luego de lo realizado ante los croatas, definitivamente ahora lo son. Pese al cansancio de Massú y la exigente campaña de González, ambos nacionales le dieron una nueva satisfacción al deporte chileno.

Un primer set que al inicio puso en evidencia el agotamiento de los tenistas chilenos. Un quiebre sobre el saque de Massú en el cuarto juego puso en ventaja a los croatas, quienes llegaron al torneo tras ser invitados por la organización.

Los balcánicos se veían sólidos con su servicio y no dieron chances a la dupla nacional, pero cuando los europeos estaban 5-3 y Mario Ancic se aprestaba a definir el partido, los flamantes medallistas chilenos quebraron el servicio para luego igualar la pizarra.

Lo parejo del duelo indicaba un tie brek, pero ahora fue Ljubicic el que sufrió la inclemencia de los bicampeones mundiales de Düsseldorf y el marcador quedó 6-5 para los chilenos.

Pese a la aparición de problemas físicos, Massú levantó un 0-30 y sumó el definitivo punto chileno para cerrar el parcial por 7-5 en 46 minutos.

Los croatas crecen para emparejar la cuenta

En la segunda manga, el partido se mantuvo parejo, pero Massú hizo efectivo su desgaste físico al llamar el fisioterapeuta que lo atendió por tres minutos.

El desgaste acumulado por la exigente campaña comenzó a pesarle al viñamarino, quien junto a su compañero fue incapaz de capitalizar la ventaja obtenida en el primer set, dejando escapar el parcial en el décimo juego cuando el marcador favorecía 5-4 a los balcánicos.

González cedió su servicio y los croatas se quedaron con el set por 6-4 en 41 minutos de lucha.

Los héroes chilenos se suben al podio olímpico

A medida que avanzaban los minutos, la tensión aumentó y con ello la posibilidad de un desenlace dramático. Chilenos y croatas jugaron punto a punto con gran intensidad y llegaron a estar 4-4, sin conceder oportunidades a sus rivales.

En el noveno game, cuando Ancic buscaba dejar las cosas 5-4 para los croatas, apareció la inspiración que tiene a los nacionales entre los cuatro mejores en individuales y lograron el quiebre que los dejó a las puertas de la final.

La ansiedad se apoderó de los nacionales y en medio de la algarabía desatada por la barra, Massú dejó que los croatas salvaran tres puntos de partido.

Incluso Ancic y Ljubicic tuvieron punto de quiebre a favor, pero el viñamarino y el de La Reina sumaron tres puntos consecutivos para adjudicarse el partido.

Aseguraron la plata, pero por lo mostrado, los nacionales tienen grandes opciones de ser los primeros chilenos en colgarse una medalla dorada en Juegos Olímpicos, aunque para ello deberán vencer en la final a los alemanes Nicolas Kiefer (71°) y Rainer Schuettler (56°) a las 10:00 horas (14:00 GMT) del sábado 21 de agosto.