Con la gloria olímpica cada vez más cerca y la medalla de oro coqueteando ante sus narices, Nicolás Massú (14° del ranking ATP) y Fernando González (21°) afrontarán este jueves una jornada decisiva para sus pretensiones en los Juegos de Atenas 2004.

Aproximadamente a las 10:00 horas (14:00 GMT), las dos mejores raquetas de Chile saldrán a la pista del Olympic Tennis Centre en la capital griega para disputar sus compromisos de cuartos de final, en singles, y de semifinales, en dobles.

Massú se medirá en la pista central ante el español Carlos Moyá (4°), mientras que González jugará con el francés Sebastien Grosjean (12°). En dobles, la dupla chilena juagá contra la pareja compuesta por los croatas Ivan Ljubicic y Mario Ancic.

La prueba más dura para Massú

Nicolás Massú será quien tendrá la tarea más complicada este jueves en Atenas. El viñamarino se medirá ante el veterano ex número uno del mundo Carlos Moyá (4°), quien es el tenista de mejor ranking que va quedando en este certamen olímpico.

Es, por lo tanto, la valla más complicada que el pupilo de Patricio Rodríguez deberá sortear para mantener vigente su sueño de alcanzar una presea en estos Juegos.

El chileno llegó a esta instancia luego de vencer este miércoles en un maratónico encuentro al ruso Igor Andreev (52°), por 6-3, 6-7 (4) y 6-4. El ibérico, por su parte, superó al croata Ivo Karlovic (58°), por 4-6, 7-6 (3) y 6-4.

Massú y Moyá se han enfrentado en tan sólo una ocasión, la que se saldó con triunfo para el mallorquín. Fue el año pasado en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, que se juega en una superficie muy parecida a la de Atenas.

El español se impuso en cuatro sets con parciales de 7-5, 6-4, 3-6 y 6-3.

"Es una satisfacción enorme. Lo que estamos haciendo es increíble, pero todavía falta mucho camino (...) La medalla está cerca y lejos", señaló un efórico Massú tras su triunfo sobre Andreev.

De ganar su partido de este jueves, el número uno nacional se instalará entre los cuatro mejores de Atenas y en su lucha por alcanzar la consagración olímpica enfrentaría al vencedor de la contienda entre el checo Tomas Berdych (79°) y el estadounidense Taylor Dent (28°).

González desafía al mejor francés del momento

Después de dejar en el camino al estadounidense Andy Roddick, segundo clasificado en el Sistema de Entrada de la ATP y uno de los máximos favoritos en el certamen olímpico, Fernando González tendrá un compromiso no menos dificultoso ante el francés Sebastien Grosjean (12°).

El tenista nacional deberá mantener todas sus luces encendidas para asegurar su paso a las semifinales del cuadro olímpico, dado que jamás se ha enfrentado al tenista galo, por lo que el pronóstico de este encuentro es totalmente incierto.

Pero González se tiene confianza y espera conseguir la anhelada presea para el deporte chileno.

"Cuando era un niño veía el medallero de otros países más pequeños que Chile y que tenían más medallas y eso me molestaba", declaró.

De superar este obstáculo, Fernando González enfrentará en semifinales al ganador del pleito entre el estadounidense Mardy Fish (35°) y el ruso Mikhail Youzhny (45°).

La penúltima valla para el dobles

Inmediatamente después de sus encuentros de singles, Massú y González nuevamente deberán entrar a la pista central del Olympic Tennis Centre de Atenas para disputar su partido de dobles, esta vez por las semifinales del cuadro.

El binomio nacional se medirá aproximadamente a las 14:00 horas de Chile (18:00 GMT) con los croatas Mario Ancic e Ivan Ljubicic, quienes superaron este miércoles a la pareja francesa compuesta por Michael Llodra y Fabrice Santoro por 7-6 (6), 6-7 (2) y 7-5.

En caso de ganar, los chilenos tendrán asegurada, como mínimo, la medalla de plata, mientras que si pierden deberán dirimir en otro encuentro el bronce con los perdedores de la llave entre la dupla india integrada por Mahesh Bhupathi y Leander Paes y los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schuettler.

Pero sin duda que después de vencer este jueves a los hermanos Bob y Mike Bryan de Estados Unidos, la segunda mejor pareja del mundo, los chilenos se sienten sumamente confiados para lograr la hazaña mayor.