El ex velocista canadiense Ben Johnson acusó a las autoridades atléticas estadounidenses de proteger sistemáticamente a sus deportista dopados pese a tener conocimiento que "siempre han tomado algo".

Johnson, en declaraciones que publicará este jueves la revista alemana Stern, señaló que Estados Unidos puso siempre contra la pared a las autoridades olímpicas en casos de dopaje.

"Siempre ha habido gente que ha dicho: si se excluyen a nuestros atletas entonces no tendrán nuestro dinero", dijo Johnson, cuyo dopaje positivo en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, tras ganar los 100 metros con un nuevo récord mundial, generó uno de los más grandes escándalos en la historia del deporte.

Johnson no cree que en el futuro vaya a haber menos dopaje en el atletismo.

"Mientras los jóvenes tengan ambición de ganar grandes premios en dinero lo harán todo por conseguirlo", comentó Johnson.

Sobre su pasado, Johnson indicó que su cuerpo técnico le dijo que nunca lograría grandes triunfos si no hacía las mismas trampas que sus competidores.

"Tenía 20 años y no era un científico, sino un chico que corría, y entonces pensé '¿por qué tengo que romperme el culo si los otros trabajan menos y no les pasa nada?'", aseveró Johnson.

Pese a reconocer que se dopó antes de los Juegos Olímpicos de Seúl, Johnson insistió en que en la competencia alguien le introdujo sin su conocimiento una sustancia prohibida en la comida o en la bebida.

"Mi médico me dijo que no me había dado nada que pudiera aparecer en un control antidopaje. Pero se encontró estanozolol (anabólico) en la orina y eso es algo que yo nunca tomé", dijo Johnson. (EFE)