La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) no homologó el récord mundial de salto con garrocha de la estadounidense Stacy Dragila logrado el martes 8 de junio en Ostrava, República Checa, con 4,83 metros.

Según el reglamento del organismo para contabilizar las plusmarcas, el registro no superó los 4,86 metros de la rusa Yelena Isinbayeba logrado en el Mundial de Pista Cubierta de Budapest, Hungría, efectuado en marzo de 2004.

Si bien Dragila superó los 4,82 de Isinbayeva conseguidos al aire libre el 13 de julio de 2003 en Gateshead, Reino Unido, la IAAF mantuvo como récord universal los 4,86 impuestos en Budapest.

Benoit Laruel, responsable técnico de la IAAF, explicó que los reglamentos de homologación han evolucionado en dos fases.

"Antes de 1997 había que batir el récord únicamente al aire libre. El mismo año se modificó el texto. Ya no era obligatorio un estadio al aire libre, era suficiente con que la instalación estuviera equipada con una pista de 400 metros", señaló.

Cuatro años más tarde, durante el Congreso de Edmonton, Canadá, la IAAF respondió ante la avalancha de récords femeninos en pista cubierta. "El concepto de estadio fue reemplazado por el de instalación adecuada para la prueba", añadió Laruel.

Si la regla actual hubiera sido retroactiva, el salto de 6,15 metros del ucraniano Sergei Bubka en pista en Donetsk, Rusia, el 21 de febrero de 1993, hubiera sido homologada como récord del mundo.

Sin embargo, el mejor garrochista de la historia se debió conformar con la marca de 6,14 conseguida el 31 de julio de 1994, en Sestrieres Italia. (EFE)