El técnico de Sao Paulo, Cuca, aseguró este jueves que no tuvo participación alguna en la decisión de la directiva del club de conceder un período de licencia al entrenador de porteros, el chileno Roberto Rojas, quien viajó a Santiago para pasar sus vacaciones.

La licencia fue otorgada a Rojas luego que la hinchada de Sao Paulo, insatisfecha ante el desempeño del equipo en el partido contra Portuguesa por el campeonato provincial, empezara a gritar el nombre del ex portero internacional chileno, quien fue el técnico del equipo en la temporada pasada.

Según los dirigentes, esa manifestación creó malestar en las relaciones de Cuca con el club, y por ello se decidió conceder a Rojas un período de licencia.

Sin embargo, el actual estratega de Sao Paulo aclaró este jueves que él no tuvo nada que ver en la determinación, y que no se sintió molesto por los gritos de los seguidores paulistas.

"Dicen que me entristeció que la hinchada gritara el nombre de Rojas, pero no es verdad. ¿Como podría yo entristecerme ante una manifestación de gratitud de la hinchada hacia un técnico que clasificó al equipo a la Copa Libertadores después de 10 años? Si yo fuera hincha del Sao Paulo, también gritaría", aseveró Cuca.

La sorpresiva decisión de los dirigentes fue anunciada la noche del miércoles por el superintendente de fútbol del club, Marco Aurélio Cunha, para evitar que su presencia "causara algún problema con Cuca".

Según la prensa brasileña, Rojas podría convertirse en una sombra para el DT, tal como ocurrió con otros entrenadores desde 1994, cuando Telé Santana se fue del club después de proclamarlo bicampeón de la Copa Libertadores y del Mundial de Clubes.

Los medios brasileños señalan que Cuca y Rojas no se hablan, y que el actual técnico reeplazó al chileno con otro preparador de arqueros.

En caso que Rojas no encuentre un club para dirigir (a principios de años rechazó ofertas de Atlético Mineiro y Coritiba), podría pasar a dirigir las categorías juveniles en Barueri, periferia de Sao Paulo. (Agencias)