"Lance Evo" se quedó con los máximos honores en la Regata Chiloé 2012
El yate brasileño superó en dramática definición a los chilenos del "Pisco Sour-Entel".
Recién la última etapa dirimió al ganador de la tradicional prueba.
El yate brasileño "Lancer Evo", de Eduardo de Souza, se adjudicó este sábado la categoría Soto 40 en la Regata Chiloé 2012, que reunió durante ocho días a 61 embarcaciones y más de 500 tripulantes en el sur del país.
En la jornada de clausura, la flota Soto 40 disputó dos pruebas barlovento-sotavento en la bahía de Puerto Montt. En la primera el vencedor fue "Pisco Sour-Entel", de Bernardo Matte, que en el track de 7,2 millas náuticas (13,32 kilómetros) arriesgó para descontar distancia en la tabla acumulada respecto de "Lancer Evo", instalando la emoción hasta la última regata.
El yate brasileño superó en dramática definición a los chilenos del "Pisco Sour-Entel". (Foto: Rodrigo Fernández) |
Luego, "Pisco Sour" necesitaba ganar la segunda regata y que su rival finalizara sexto. Por ello, durante el recorrido de 6,52 millas náuticas (aproximadamente 12 kilómetros) protagonizaron una intensa lucha particular, donde los brasileños se la jugaron por impedir el triunfo de los chilenos, tanto así que el resto de la flota los superó en el recorrido y terminaron 9º y 11º respectivamente.
Así, el ganador de la undécima y última prueba fue "Claro", de Dag von Appen, seguido por "MoviStar", de Ramón Eluchans, y por "Mitsubishi".
De esta forma, el único velero extranjero participante en Chiloé logró su tercer título consecutivo en aguas nacionales, tras consagrarse el año pasado en la Regata VTR Norte y en la Off Valparaíso.
Tras el triunfo, el 18 veces campeón mundial y timonel del "Lancer Evo", el italiano Vasco Vascotto, se refirió a la alegría del equipo y a las dificultades para lograr el título.
"Estamos muy felices, el resultado de hoy es de toda una semana, donde navegamos muy bien y con muchas ganas. La competencia estuvo muy dura, todo fue muy difícil y siempre hubo algo raro en la navegación, sobre todo por los huiros, que yo ni siquiera sabía que existían", dijo.
"No conocer Chiloé fue más bien una ventaja, pues que así nos preparamos para más de una estrategia", completó.