Federico Valdés: Parece que la autoridad está esperando que maten un jugador para actuar
Presidente de Azul Azul aseguró que es riesgosa la decisión de dar por finalizado el partido.
Recriminó que los delincuentes actúan a rostro descubierto y ha existido impunidad hacia ellos.
El presidente de Azul Azul, Federico Valdés, en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa, enjuició duramente la impunidad con la que actúan los delincuentes presentes en la barra Los de Abajo, criticando que las autoridades no han tomado las medidas contra los que provocan desórdenes en los estadios, además de señalar que es peligrosa la decisión de la ANFP de dar por finalizado el duelo entre Universidad de Chile y Deportes Iquique.
Valdés afirmó que "me acabo de enterar de la resolución de la ANFP, y entiendo que está tratando de evitar el tremendo problema que significaría volver a hacer jugar los 40 minutos que quedaban, pero veo también un riesgo en esta decisión, pues el día de mañana es posible que alguna otra barra, porque no somos los únicos que tenemos una problemática, decida cortar un partido porque su equipo va ganando. Le veo ese problema", dijo.
Respecto a los desórdenes, analizó que "son un grupo suficientemente chico e identificable, y que por lo menos hasta ahora han actuado a cara descubierta. A mi juicio, actuar contra ellos y castigarlos, no sería tan difícil. Bastaría con una decisión fuerte de parte de la autoridad para impedir su acceso al estadio, detenerlos cuando provocan los desmanes, juzgarlos y castigarlos como corresponde. Yo creo que estamos todavía a tiempo para hacerlo".
Sin embargo, el dirigente recordó las acciones judiciales que ha emprendido en situaciones anteriores y que jamás tuvieron resultados, pese a las pruebas, y afirmó que "aquí lo que está ocurriendo es que les sale gratis delinquir, y cuando sucede eso, es un incentivo para que los tipos sigan delinquiendo".
Valdés enfatizó que "en televisión se veía un grupo de tipos a cara descubierta haciendo ostentación de la 'gracia' que habían hecho. Yo no sé qué están esperando, que maten a un jugador para actuar. Los fuegos artificiales que lanzaron anoche eran altamente peligrosos, y los jugadores de Iquique fueron bien hombrecitos, (Cristián) Limenza se paró y siguió jugando, pese a que tenía a estos delincuentes detrás de él".
Afirmó que "sabemos que para pillar a 200 delincuentes, hay que hacer pasar malos ratos a 20.000 personas, pero no nos dejan otra alternativa. Si aquí metiéramos presos a los que están dedicados a destrozar el fútbol, al menos de la U, los estadios serían súper tranquilos. Pero van, desafían abiertamente, adelantan a los medios lo que van a hacer, delinquen frente a las cámaras y se van a su casa muertos de la risa".
Las demandas de los "hinchas"
El máximo dirigente de la U afirmó respecto a las demandas de la facción violenta que "el socio barra es un vicio que viene de los tiempos de (René) Orozco, que nosotros eliminamos hace cuatro años atrás. Ellos, en su mente enferma, quieren seguir teniendo el mismo estatus que tuvieron cuando estos irresponsables construyeron y apoyaron esa barra".
Dijo además que "nosotros decidimos cobrar o no entradas de niños, en razón de que el Estadio Santa Laura tiene un aforo menor, y sé que es un tema indiscutible, que le puede parecer bien o mal a los hinchas, y aplaudido o criticado por los medios. Pero pretender justificar un acto delictual como el que vimos, porque no hay entradas para niños, me parece una excusa impresentable".
Además, reconoció que "tratar con el tipo de personas que están metidas en esas barras, no es fácil. Sobre todo ahora que se transformó en una montonera, porque antes al menos había un cierto número de dirigentes, pero se produjo una escisión, por lo que sigue habiendo el sector que todo el mundo identificó, y otro que es más duro, que hizo las barbaridades que vimos".
Valdés añadió que incluso lo han amenazado "todo el tiempo, es una constante a lo largo de los casi cinco años que llevo como presidente de la U", y que "me ha tocado de todo", aunque evitó profundizar afirmando que "prefiero no meterme en ese tema, es personal", expresó.
Sin embargo, evitó criminalizar al grueso de la barra, pues "al lado de esos pelafustanes, hay gente que va a ver el partido. Al lado de los que están delinquiendo, hay otros que quieren ver a la U, que quieren que el equipo gane y les importa ver al equipo, que pueden ser más desordenados, pero van a ver a su cuadro".
En el plano deportivo, junto con solicitar la comprensión de Unión Española respecto a su imposibilidad de frenar estos actos, reconoció que prácticamente no existen opciones de sumar a un delantero, acusando de ello al cambio de opinión de Gustavo Canales, que los dejó sin opciones de sumar a Dayro Moreno, que ante las dudas respecto a la partida del trasandino terminó fichando por Once Caldas.