¿Quién le robó la camiseta a Tom Brady, el último héroe americano?
Brady volvió a pulverizar varios récords en la remontada más increíble que registra la historia de las finales del fútbol americano. Esa misma noche, la camiseta con que el deportista ganó su quinto Superbowl se perdió después del partido.
Por Aldo Schiappacasse
Aunque finalmente pareció ser sólo un ardid publicitario, la camiseta con que el último héroe americano Tom Brady ganó su quinto Superbowl se perdió después del partido. "Creo que la encontraré pronto en Ebay", dijo enojado al salir del estadio a USA Today.
Brady volvió a pulverizar varios records en la remontada más increíble que registra la historia de las finales del fútbol americano. Perdían 28-3 y terminaron ganando 34-28. Además batió el record de yardas con 466. Y se convirtió, a los 39 años, en uno de los mariscales de campo más veteranos en colocarse el anillo de campeón. Algunos medios anunciaron que la camiseta la había puesto el utilero en un lugar "más seguro", lo que no está confirmado.
Brady está siempre en el ojo del huracán y saboreando la fama. Es amigo personal de Donald Trump, quien lo felicitó tras el partido. Se conocieron el 2002 en un concurso de belleza y desde entonces juegan golf y Brady lo apoyó decididamente en la última campaña.
"Apoyo a mis amigos y lo que ha conseguido Donald en su vida es notable. Ha sido un gran hombre de negocios, una estrella de la televisión y ahora quiere destacar en política. Eso es triunfar en tres mundos muy distintos, es algo a tener en cuenta" dijo, pese a que jamás declaró por quién iba a votar.
Su amigo Trump
En las horas previas al Super Bowl, en la clásica atención a los medios, un periodista le pidió su opinión sobre las recientes medidas migratorias de Trump, que prohibió el ingreso a los Estados Unidos de ciudadanos de siete países, la mayoría musulmanes.
"¿Por qué consideran mi relación con Donald algo tan importante?", respondió el deportista, visiblemente molesto. Y sentenció: "No voy a hablar de política, no pienso hacerlo, en absoluto".
Él quería hablar de historia, esa en la que ya dejó marcada su nombre.
Brady lloró abrazado a su esposa, Gisele Bundchen, tras el partido. Ella aprovechó todas las plataformas para expresar la admiración por su esposo, con quien tiene dos hijos.
La polémica por la final del 2015 parece haber quedado atrás. En aquella ocasión los Patriots desinflaron a propósito los balones con que vapulearon a los Indianápolis Colts.
Se le llamó el Deflagate y los investigadores consideraron que al menos Brady tenía "una idea general" de la trampa, que le permitiría tener mejor control de la ovalada. A la presentación del informe, le siguió un arduo proceso judicial de sentencias y apelaciones.
Finalmente, antes de llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos, Brady aceptó la multa que le habían impuesto. Lo suspendieron por los primeros 4 partidos de temporada, lo que equivalía a una pérdida de dos millones de dólares.
La polémica publicitaria
La polémica esta vez no fue deportiva, sino, extrañamente, publicitaria. Al menos cuatro avisadores del partido -el más caro de la televisión estadounidense- criticaron abiertamente las políticas migratorias de Donald Trump.
Budweiser, la cerveza, recordó que su creador vino desde Alemania, aunque ante las primeras críticas señalaron que lo habían hecho antes de las elecciones.
Airbnb (una empresa que arrienda casas privadas a viajeros) puso al aire un comercial donde dice: "Pensamos que seas quien seas, vengas de donde vengas, ames a quien ames, o creas en quien creas, todos tenemos nuestro lugar, cuanto más aceptas, más lindo es el mundo", acompañado del hashtag #WeAccept.
Además donó 4 millones de dólares a una ONG que protege a los inmigrantes.
El más provocativo fue el de 84 Lumber, una empresa especialista en materiales de construcción, que relata el periplo de una madre y su hijo mexicanos, que pasan el muro por una puerta que la empresa construyó. Y la agencia de viajes Expedia repitió su aviso del día de traspaso de mando de una mujer que recorre el mundo para salvar migrantes.
Todo eso el mismo día en que a Tom Brady le robaron la camiseta.