Isla de Pascua se luce en Mundial de Canotaje Polinésico
El representativo de Rapa Nui pasó a semifinales en de las categorías juvenil y adulto en 1.500 metros.
La selección Rapa Nui de Va´a (Canotaje Polinésico), que se encuentra en Nueva Caledonia disputando el Mundial de esa disciplina, pasó a semifinales en categorías juvenil y adulto en 1.500 metros, canoa v6 (seis remeros).
Isla de Pascua se presentó con un desmedrado equipo de sólo 16 competidores, a diferencia de Nueva Zelanda, que se presenta con 240 deportistas; el local, Nueva Caledonia, con 185; Australia, con 119, y los favoritos y actuales campeones, Tahití, con 150 remeros.
El certamen se diputa de Nueva Caledonia. (Foto: Municipalidad de Isla de Pascua) |
Isla de Pascua llegó a este encuentro internacional como Bicampeones Sudamericanos 2008 y 2009, representando a Chile en un deporte que no se practica en el continente.
Este es el 14º Campeonato Mundial de la disciplina y en esta versión participan más de 1.000 competidores, representando a 16 países, en cinco días de competencia
Entre los remeros destaca Francisco Pate Tuki, quien fuera el arquero de la Selección de Fútbol que jugó por la Copa Chile 2009 ante Colo Colo; Lorenzo Haoa, Leopoldo Rapu, Johnatan León Pakarati, Miguel Angel Pakarati, Hugo Tuki, Josua Manu Iti, Omar Durán Veri Veri, John Tuki Tepano, Alenn y Carlos Lillo Araki, José Hidalgo Ika, David Ika, Pedro Tepano y Jovino Tuki, Jefe Técnico Deportivo de la delegación.
"El equipo se adaptó muy pronto a las embarcaciones y a las condiciones que debemos enfrentar, mejoramos nuestros tiempos y afinamos la coordinación", indicó Jovino Tuki.
El Canotaje Polinésico o Hoe Vaka, es un deporte típico de las islas polinésicas, considerado como la modernización de los Vaka Ama, la antigua canoa con balancín, que, por su mínima superficie, y al tener menos roce, posee la ventaja de alcanzar una gran velocidad. Es, por tanto, una prueba de fuerza y velocidad en canoas con un estabilizador a un lado.
Ancestralmente, la construcción de una canoa era un evento religioso, rodeado de ceremonias y fiestas. Cuando la embarcación estaba terminada, era considerada portadora del poder espiritual y se le daba la bienvenida como un miembro más de la comunidad.