Jacques Rogge fue reelegido presidente del COI hasta 2013
El belga fue ratificado en su cargo por 88 votos a favor y uno en contra.
Revise los hitos, objetivos y problemas que han marcado su primer período al mando del organismo.
Jacques Rogge fue reelegido presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) por un periodo de cuatro años más, hasta 2013, plazo máximo que puede permanecer en el cargo según la Carta Olímpica.
Rogge fue ratificado con 88 votos a favor y uno en contra en la 121ª Sesión del COI que se celebra en Copenhague, en una elección que no tuvo más candidatos.
El cirujano belga, de 67 años, llegó a ser timonel del organismo en 2001, después de que Juan Antonio Samaranch abandonase el puesto. El primer mandato fue de ocho años, renovable por otro de cuatro que comienza ahora.
"Nos queda mucho por hacer", dijo Rogge tras ser reelecto. "Estrecharemos las diferencias deportivas entre los países desarrollados y en desarrollo; y entre los hombres y las mujeres. Redoblaremos nuestros esfuerzos para poner el deporte al servicio de la humanidad, para inspirar por igual a jóvenes y viejos, para dar a los atletas la oportunidad de dar ejemplo", añadió.
Hitos de su mandato
La concesión de los Juegos Olímpicos a un país sudamericano por primera vez en la historia -los de 2016 a la ciudad brasileña de Río de Janeiro, hace una semana- y la creación de los Juegos Olímpicos de la Juventud, cuyas primeras ediciones se disputarán en Singapur en 2010 (verano) e Innsbruck (Austria) en 2012 (invierno) fueron los principales hitos de la primera parte del mandato de Rogge.
Se celebraron los Juegos de Salt Lake City 2002, Atenas 2004, Turín 2006 y Beijing 2008, todos concedidos en el periodo de Samaranch, y también se otorgaron los de 2010 a Vancouver, los de 2012 a Londres y los de 2014 a Sochi; antes de que venza el mandato de Rogge se elegirán los de invierno de 2018 y los de verano de 2020.
Rogge (derecha) junto a Juan Antonio Samaranch, a quien sucedió en la presidencia del COI en 2001. (Foto: EFE) |
Los apuros que pasó Grecia para organizar con éxito los Juegos de Atenas 2004 y la polémica que acompañó el relevo de la antorcha de Beijing 2008 fueron los momentos de mayor tensión en esta presidencia.
Objetivos y problemas
Rogge, regatista olímpico en 1968, 1982 y 1976 y ex miembro de la selección belga de rugby, se propuso al llegar al frente del COI reducir el costo, el tamaño y la complejidad de los Juegos, aunque la realidad le ha obligado a conformarse con detener su crecimiento.
En el plano económico, las nuevas amenazas terroristas internacionales dispararon los gastos de seguridad para las ciudades organizadoras. Y en el deportivo, la resistencia de las federaciones internacionales impidió una reducción sustancial del programa olímpico.
Después de poner en la puerta de salida a deportes como el pentatlón moderno, la natación sincronizada o el canotaje en aguas bravas, Rogge tuvo que cargar con una revisión cuatrienal del programa. En 2005, tras una serie interminable de votaciones, se eliminó el béisbol y el sóftbol para los Juegos de 2012, pero no se aprobó que otros les sustituyeran. Para los de 2016 hoy mismo se votará la admisión del golf y de rugby a siete.
Aspectos económicos y dopaje
El COI aumentó sus ingresos por patrocinio desde los 663 millones de dólares del ciclo olímpico que concluyó en Atenas hasta los 883 del que terminó en Beijing 2008.
En la venta de los derechos de televisión, Rogge rompió con la costumbre de negociar con bloques de países, como los agrupados en la UER, para sellar contratos país por país.
El COI dispone actualmente de reservas por valor de 455 millones de dólares, que le permitirían sobrevivir cuatro años en el caso hipotético de que, por cualquier circunstancia, se suspendiese una edición de los Juegos.
Rogge mantiene una política de tolerancia cero contra el dopaje, traducida en un aumento de los controles y en un endurecimento de las normas internacionales, que obligan a los deportistas a estar localizables 24 horas al día.
Tampoco desea que la sombra de la corrupción planee sobre el COI. Expulsó al indonesio Bob Hasan por estar condenado en su país y al búlgaro Ivan Slavkov por mostrarse dispuesto a vender su voto en la elección de los Juegos de 2012, según reveló un programa de televisión con cámara oculta. Un Yong Kim, también condenado por los tribunales surcoreanos, fue suspendido del organismo y dimitió antes de que le expulsaran.