Carlos Dittborn, la figura que impulsó el Mundial de Chile 1962
El histórico dirigente fue figura fundamental para la organización del Mundial en nuestro país.
Este 30 de mayo se cumplen 60 años del partido inaugural de la Copa del Mundo que se celebró en nuestro país en 1962, el hito deportivo más grande organizado en Chile.
Por ese motivo, en AlAireLibre.cl decidimos repasar la historia de una de las figuras más importantes del fútbol nacional, Carlos Dittborn, uno de los impulsores en la realización del torneo planetario en estas tierras.
Dittborn nació en Río de Janeiro el 16 de abril de 1921, mientras su padre, Eugenio Dittborn, era Cónsul General de Chile en Brasil. Llegó a nuestro país con cuatro años de edad y estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de Alameda. Posteriormente se recibió en la Facultad de Economía en la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana, en Estados Unidos.
Desde joven estuvo interesado en el fútbol. Fue socio de Universidad Católica desde 1939, y tesorero del club entre 1946 y 1948, aunque renunció al ser electo de tesorero de la Asociación Central de Fútbol de Chile (ACF), entidad que dirigía la actividad en nuestro país.
Su ascenso en el plano dirigencial fue meteórico: En 1954 fue presidente de la UC, y un año después asumió dos cargos más, al mando de la ACF y la Conmebol.
Desde esa posición en Conmebol, y junto al apoyo del abogado y dirigente Juan Pinto Durán (de Universidad de Chile), impulsó la realización de la Copa del Mundo en Chile.
La gesta se logró el 10 de junio de 1956 en el Congreso de la FIFA que se realizó en Lisboa, en Portugal, para definir la sede del Mundial de 1962. También Argentina competía por quedarse con la organización del torneo.
El representante trasandino, Raúl Colombo, fue enfático en remarcar que Argentina tenía toda la infraestructura necesaria para hacer un mundial "mañana mismo, lo tenemos todo".
Dittborn, por su lado, presentó la candidatura en inglés y sus argumentos convencieron a la FIFA, resaltando la continuidad de Chile en sus torneos y congresos, la tolerancia de credos y razas en nuestro país, la estabilidad política e institucional y el buen clima deportivo.
Chile fue electo con 32 votos contra 10 de Argentina, mientras que hubo 14 votos en blanco.
"Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo"
La mitología futbolística de Chile cuenta que Dittborn, en ese congreso, dijo la aclamada frase "Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo" y con eso consiguió el Mundial. No obstante, esas palabras fueron dichas en una entrevista local, pero tenían tanta fuerza que se convirtieron en un emblema de la organización, sobretodo con los sucesos que ocurrían después.
Esto, porque el camino para concretar el mundial estuvo lleno de obstáculos y muy dolorosos. El primer gran golpe fue el 3 de noviembre de 1957, con el fallecimiento de su gran colaborador, Pinto Durán, en un accidente automovilístico.
Y el 21 de mayo de 1960, y faltando poco más de 20 años para la inauguración del Mundial, Chile sufrió uno de los terremotos más fuertes de la historia, 9.5 en la escala de Richter, con la ciudad de Valdivia siendo devastada.
Las sedes de Talcahuano, Talca, Concepción y la propia Valdivia quedaron completamente destruídas y la urgencia, a nivel nacional, estaba en ayudar a las personas y no en reconstruir los estadios para un torneo de fútbol.
Dittborn, conmocionado, se reunió con el Presidente de Chile en ese entonces, Jorge Alessandri, para devolver el dinero que había invertido el Estado para la organización del Mundial. Sin embargo, el Mandatario se negó. El torneo debía seguir en pie.
Y así fue. La familia del fútbol colaboró, diversas federaciones colaboraron y la FIFA donó dinero al comité organizador para que el Mundial de Chile fuera una realidad.
Solo faltaba resolver el problema de las sedes. Arica, Viña del Mar, Rancagua y Santiago salieron al rescate para recibir el evento.
De hecho, el estadio de Arica fue inaugurado con el nombre de Carlos Dittborn, faltando poco más de un mes para el Mundial, el 15 de abril de 1962.
Sin embargo, esta historia mundialista no tiene final feliz. Chile, como lo ha hecho siempre en tiempos de dificultad, se levantó en tiempos aciagos y logró celebrar el Mundial de 1962. Pero Dittborn, su gran gestor, no lo pudo ver. Falleció un mes y dos días antes de la inauguración, el 28 de abril de 1962, debido a una pancreatitis aguda.
En el primer partido del Mundial, Chile jugó con camiseta blanca ante Suiza, el 30 de mayo de 1962, y bajo el escudo portó un luto, en honor al fallecido gestor del torneo. Sus hijos, Carlos y Juan Pablo Dittborn, fueron los encargados de izar la bandera en el Estadio Nacional en la ceremonia inaugural.