China encandiló al mundo con brillante ceremonia inaugural
Un espectáculo de apertura que dejó la vara muy alta para futuros Juegos ofreció Beijing 2008.
Con la misma espectacularidad se encendió el pebetero olímpico en el Estadio "Nido de Pájaros".
Si el sólo hecho de observar por televisión la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 era para quedar impresionado, es de imaginar como vivieron la apertura del evento los afortunados que pudieron estar en el mismo Estadio "Nido de Pájaros", que fue el escenario para una incomparable muestra de perfección en materia de espectáculo.
China se lució, así de simple. Ofreció una presentación brillante, sin fisuras, que dejó embelesados a los espectadores de principio a fin.
Un "preshow" lleno de colorido y coreografías, que se inició poco antes de las 06:00 horas (10:00 GMT) con la "danza del león de Cantón", copó los momentos previos.
Ya cerca de las 08:00 se dio partida a la ceremonia oficial, mientras los cielos se iluminaban con fuegos artificiales que simulaban huellas de pisadas humanas que caminaban hacia el recinto deportivo.
Preciso y emotivo
Cuadros que reflejaban la milenaria cultura china, como el desarrollo de la escritura, la ruta marítima de la seda, la ópera y las artes marciales, se presentaron ante la atónita mirada del público.
Una coordinación a toda prueba, que hacía que las representaciones se sucedieran una tras otra con gran velocidad, permitió que la ceremonia resultara dinámica, especialmente para quienes la veían por las pantallas.
La parte artística finalizó con la interpretación del himno oficial de los Juegos, "Tú y yo", que realizaron el cantante de pop chino Liu Huan y la soprano británica Sarah Brightman, que pusieron la nota emotiva.
Desfile y discursos
A continuación estuvo el desfile de las delegaciones, encabezadas por Grecia, organizador de la pasada edición del evento. Grandes estrellas como la atleta rusa Yelena Isinbayeva, los tenistas Roger Federer (suizo) y Rafael Nadal (español), el jugador de baloncesto argentino Emanuel Ginóbili y el velocista estadounidense Tyson Gay, pasaron frente a las tribunas en la pista.
Chile fue uno de los últimos países en avanzar por el reducto, con Fernando González como abanderado, vestido de huaso y seguido por la mayoría de los representantes nacionales, a excepción de los ciclistas y remeros que deben competir temprano este sábado en China (este mismo viernes por la noche de Chile).
Terminado el paso de los deportistas, vivieron los discursos, tanto del presidente del comité organizador, Liu Qi, y del timonel del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El belga Rogge deseó que los Juegos Olímpicos le proporcionen "alegría, esperanza y orgullo" a China, además de recordar a las víctimas del terremoto de Sichuan y rogar a los atletas que se alejen del dopaje.
"Eligieron el lema de 'Un mundo, un sueño', y eso es lo que somos hoy", dijo el presidente del COI.
Un cierre de lujo
Y llegó el momento del encendido de la llama que durante poco más de dos semanas iluminará el Parque Olímpico de Beijing.
Entraron los últimos relevos que fueron avanzando con la antorcha hasta que llegó el turno del gimnasta Li Ning, triple campeón en Los Angeles 1984.
Ning ascendió por el aire, sostenido por un cable, y comenzó a dar la vuelta al estadio por su cornisa hasta que llegó al pebetero que finalmente ardió para júbilo de todos los presentes y admiración que quienes observamos por televisión.
China cumplió cabalmente con su ceremonia inaugural. Ahora habrá que esperar si en lo deportivo, estos Juegos son igual de brillantes.