Todas las Noticias de Colo Colo Todas las Noticias de Universidad de Chile Todas las Noticias de Deportes Iquique Todas las Noticias de Palestino Todas las Noticias de Universidad Catolica Todas las Noticias de Unión Española Todas las Noticias de Everton Todas las Noticias de Coquimbo Unido Todas las Noticias de Ñublense Todas las Noticias de Audax Italiano Todas las Noticias de Unión La Calera Todas las Noticias de Huachipato Todas las Noticias de Cobresal Todas las Noticias de O'Higgins Todas las Noticias de La Serena Todas las Noticias de Deportes Limache

Tras 10 años: La historia de la semana más gloriosa del tenis chileno

Este jueves se cumple una década de la medalla de oro en el dobles de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Foto: Archivo Tras 10 años: La historia de la semana más gloriosa del tenis chileno

Se cumplen 10 años del oro en Atenas.

Llévatelo:

La tarde del sábado 21 de agosto de 2004, miles de televisores estaban encendidos en todo Chile con la esperanza de que la esquiva medalla de oro en unos Juegos Olímpicos llegara por primera vez. Y así fue. Nicolás Massú y Fernando González se la regalaron al país.

Horas antes de la gran final de dobles del tenis olímpico, Fernando González había derrotado a Taylor Dent en singles, colgándose la medalla de bronce tras un duelo que se extendió por tres horas y media, finalizando a las 02:42 horas del domingo 22, en Grecia.

Este esfuerzo no mermó las capacidades del jugador de La Reina que se plantó junto a su compañero frente a la dupla conformada por los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schuettler.

El triunfo en semifinales sobre los croatas Mario Ancic e Ivan Ljubicic eran el mejor antecedente para anticipar lo que se venía. Eso, además del magnifico rendimiento de los chilenos en sus duelos como individuales, con Massú trepando hasta la final.

Fue un partido duro. Cinco extenuantes sets que pudieron jugarle en contra al binomio nacional. Sin embargo, la dupla germana no pudo con el buen momento de los nacionales que estaban dispuestos a dejar su nombre grabado en la historia.

Es que ni Manuel Plaza en Amsterdam 1928, ni el equipo de equitación en Helsinki 1952, ni Marlene Ahrens y Ramón Tapia en Melbourne 1958, ni Alfonso de Iruarrizaga en Seúl 1988 pudieron regalarle la presea dorada al país, aunque estuvieron muy cerca de lograrlo.

Pero esa tarde las cosas cambiarían. El triunfo fue por 6-2, 4-6, 3-6, 7-6(7) y 6-4, ante una dura dupla alemana que esta vez no pudo evitar que el deporte chileno se vista de gala y por primera vez en su historia alcance la deseada medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.

No conforme con eso, el domingo 22 de agosto Nicolás Massú logró adjudicarse la competencia de singles tras vencer en un épico partido al estadounidense Mardy Fish por 6-3, 3-6, 6-2, 6-3 y 6-4, y se transformó en el único chileno en ganar dos oros olímpicos, además de ser el único tenista en lograr adjudicarse las dos preseas doradas en disputa. Dicho lance finalizó a las 23:32 horas en Grecia.

Las esperanzas surgieron cuando el viñamarino salvó su primer escollo, el brasileño Gustavo Kuerten, y se acrecentaron con la victoria sobre el estadounidense Vincent Spadea. El triunfo sobre el ruso Igor Andreev permitió al nacional instalarse en cuartos de final, y las expectativas en Chile fueron cada vez mayores.

A su vez, Fernando González hizo su propio camino al superar al local Konstantinos Economidis, al coreano Hyung Taik Lee, y al estadounidense Andy Roddick.

El jueves 19 de agosto comenzó a escribirse el nuevo libro de la historia del deporte chileno, cuando Massú superó al español Carlos Moyá, y González hizo lo propio con el francés Sebastien Grosjean en dos dramáticos encuentros, que finalizaron con sólo 30 segundos de diferencia y aseguraron al menos una presea de bronce para el tenis nacional.

Todo el país soñaba con un final chilena en Atenas, pero González se inclinó ante el estadounidense Mardy Fish luego de sufrir una torcedura en el tobillo derecho que acrecentó la errática actuación que tuvo. Massú fue el encargado de sacar la cara por Chile con una victoria ante el norteamericano Taylor Dent que lo instaló en la final, para luchar por el ansiado oro olímpico.

Fiel a su estilo, el oriundo de Viña del Mar sacó toda su garra y recurrió al amor propio cuando las fuerzas lo abandonaban el domingo 22 de agosto, para levantar un match que parecía perdido ante Fish e imponerse para erigirse como el nuevo héroe del deporte chileno.