Berizzo y la derrota ante Marruecos: Nuestro juego fue previsible, no tuvimos peso ofensivo
El técnico de La Roja analizó la derrota sufrida ante los africanos en Barcelona.
Eduardo Berizzo, técnico de la selección chilena, analizó la derrota sufrida este viernes ante Marruecos en Barcelona y sostuvo que el juego de La Roja fue "previsible" y la organización de los africanos en la cancha impidió a su equipo tener "peso ofensivo".
"El trámite del partido no nos era favorable. Nuestra circulación de pelota era previsible, lenta, no encontramos los espacios. La única ocasión que hilvanamos fue en la ocasión de Ben (Brereton), y en el segundo tiempo la de (Arturo) Vidal. En líneas generales, la organización del rival nos impidió tener peso ofensivo, no encontramos conexión con nuestros jugadores, se nos hizo difícil prosperar en el campo", explicó Berizzo en conferencia de prensa.
En la misma línea, admitió que "nos costó jugar y fuimos superados por un rival con velocidad, con gente técnica que generó mucho peligro".
Berizzo, debido a la derrota, señaló que "necesitamos un mediocampo más dinámico, con situaciones de pase más claras. Nos costó encontrar el pase correcto y salir bien".
"El partido de hoy nos muestra una realidad ante un equipo que en dos meses compite en un Mundial. Tenemos que reconocer lo que nos pasa, encontrar fórmulas, con movimiento, posiciones que nos den un juego de mediocampo que nos permita atacar con más claridad que hoy", precisó.
El estratego argentino también elogió a los marroquíes, señalando que ellos encontraron las mejores soluciones ante los fallos de Chile.
"Nuestro equipo no fue profundo, ni variado, ni inteligente para encontrar los mejores movimientos", agregó.
Finalmente, pese a la derrota, se manifestó "optimista en encontrar soluciones".
"Nuestro partido no fue bueno, nuestros movimientos fueron controlados por el rival. Hay que seguir trabajando, estamos en el inicio del proceso", sentenció.
El próximo partido de Chile será el martes 27 de septiembre en Viena, Austria, ante Qatar, anfitrión del Mundial.