Hernán Godoy lamentó el estado actual del fútbol chileno e internacional. El mítico "Clavito", de 76 años, aprovechó la rueda de prensa tras la caída de Santiago Morning ante Cobreloa en Calama y disparó contra todos: La FIFA, la ANFP, Estadio Seguro y "la invasión de técnicos argentinos".

"José Sulantay y yo somos los entrenadores de más edad que están quedando en el fútbol chileno, ante la invasión de los argentinos. No es que quiera hablar mal de ellos. Pero que contraten, los empresarios, gente buena y que no vengan vendedores de pomadas", reclamó.

En la misma línea, apuntó sus dardos a "staffs técnicos que cobran 40 millones de pesos, como lo tienen O'Higgins o Colo Colo. Eso es una mentira".

La FIFA está matando al fútbol

En un plano más general, el entrenador de los "bohemios" aseguró la FIFA está matando el fútbol con los nuevos criterios arbitrales que deben aplicarse en los partidos.

"A los árbitros le quitaron su personalidad. Tener que ver por la tele para validar un gol es una situación que aburre al público y también afecta a los periodistas, que gritan con emoción y después está todo anulado", remarcó.

En la misma línea, cuestionó la creación de campeonatos en el Fútbol Joven, ya que con ello la FIFA "le quita la oportunidad a un chico de 16 años de debutar con los grandes".

"Pelé debutó a los 16. Con Sulantay debutamos a los 16. Al jugador que aparece con talento en las divisiones inferiores no hay que privarlo", argumentó, recordando el caso de Alexis Sánchez, quien debutó a esa edad en Cobreloa.

Estadio Seguro perjudica a los clubes de provincia

Por último, criticó a los dirigentes del fútbol, a la ANFP, por no hacer "un campeonato como debe ser", y a Estadio Seguro, por perjudicar a los clubes de provincia, al limitar los aforos en partidos considerados de "alto riesgo".

"Los que suben, como Curicó, necesitan llenar el estadio cuando juegan con la U o con Colo Colo. Cuando yo jugaba, llenábamos el estadio y cobrábamos hasta tres meses por adelantado", recordó.

Finalmente, expresó su malestar contra los periodistas, porque "no dicen la verdad. Tienen derecho a decir estas cosas y se hacen los huevones".